La plaza del Torico se convierte en el escenario de una fiesta modernista

El acto pretende reivindicar la importancia del patrimonio y de la sociedad de principios del siglo XX

Una fiesta modernista en la plaza del Torico de Teruel

Con más participación que nunca ha tenido lugar este sábado uno de los actos centrales de la Semana Modernista de Teruel con la que se pretende rescatar un periodo en el que la ciudad vivió un especial momento de esplendor, con la llegada del ferrocarril, la electricidad o la canalización del agua potable. Este acontecimiento, que se basa en la representación de escenas costumbristas de la época, tiene, no obstante, como eje central la recuperación del importante papel que tuvo en su día el patrimonio modernista, un conjunto de edificaciones de esta manifestación artística que, a pesar de su gran interés arquitectónico, todavía siguen siendo desconocidas para muchos.

Algunos turistas descubrieron ayer con grata sorpresa el Teruel modernista, un patrimonio que va ganando enteros en su difusión y que cuando se conoce es recibido con admiración. Así lo explicaba esta mañana Herminio, un barcelonés que no paraba de hacer fotos: “No conocía las hermosas edificaciones modernistas, ni siquiera que fueran diseñadas por un discípulo de Gaudí”.

En el acto de la mañana, en el que han participado unos 150 voluntarios, se han representado escenas que recrean la sociedad de la época y que se vienen repitiendo por esta fechas desde hace seis años. Este evento unido a la promoción exterior que promueve el Ayuntamiento está contribuyendo a profundizar en el conocimiento del movimiento social turolense generado a principios del siglo XX, así como de los monumentos surgidos en los llamados 'felices años veinte'. El concejal delegado de Turismo, José Manuel Valmaña, calificaba el acto como “un importante reclamo para la promoción de la ciudad”, y sostenía que la Semana Modernista que, a su juicio, tiene “un gran tirón”, permite “dar un mayor impulso al turismo”.

La plaza del Torico se convertía en la plaza del Mercado, como se conocía a este espacio en los años veinte, un lugar en el que se han podido ver a personajes representado a familias reales adineradas de la época, como los Torán, ingenrieros y arquitectos; Garzarán, promotor de la primera banca privada en la capital; el pintor Salvador Gisbert; El artista de la forja Abad; la viuda Dolores Romero; la Marquesa de Tossos; Leonor Sala de Urzaiz; la Farrusini, dueña del primer cine portátil; el primo del cineasta Segundo de Chomón o Nicanor Villalta, entre otros personajes de interés. Sin olvidar a la figura central, el arquitecto Pablo Monguió, artífice de la mayoría de edificaciones modernistas de la ciudad.

La gerente de la Fundación Bodas de Isabel

-entidad organizadora del acto-, Raquel Esteban, destacaba el “éxito” de participación de la edición de este año, con 150 voluntarios que se han vestido con trajes reproducidos del original o que han utilizado prendas de sus familiares. “Este año se ha caracteriza por su rigor histórico -explicaba Raquel Esteban-, todos los participantes han estudiado en profundidad a los personajes que representan, que, aunque no sean turolenses, todos están vinculados de alguna manera con Teruel”.

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