La Junta Local de Seguridad de Teruel ha decidido este viernes reforzar las medidas dispuestas con motivo de la celebración de la recreación medieval de las Bodas de Isabel, del 16 al 19 de febrero.

El subdelegado del Gobierno, José María Valero, ha explicado a los medios de comunicación que habrá una fase preventiva con la presencia de unos 150 agentes de la Guardia Civil haciendo controles de alcoholemia, en los autobuses y en los trenes, y además un helicóptero de la Dirección General de Tráfico.

En el transcurso de la fiesta en Teruel estarán de servicio unos 125 agentes de la Policía Nacional; además de la plantilla de Teruel se desplazará desde Zaragoza una unidad de prevención y reacción (UPR) y habrá un helicóptero sobrevolando la ciudad.

Valero ha señalado que también se contará con la unidad adscrita de Policía Nacional a la Comunidad Autónoma y en los lugares más frecuentados habrá agentes especializados para prevenir robos de carteras y bolsos.

En este sentido Valero ha puesto de manifiesto que estos operativos se ponen en marcha ante fiestas muy concurridas, como las patronales, o "en estas de medievales, en las que no hay tanta gente como en Vaquillas y el público es más heterogéneo".

Fiesta compleja

La alcaldesa, Emma Buj, ha expresado que "es difícil de cuantificar" el número de personas que pueden llegar a la ciudad, aseverando que la fiesta de los Amantes es "compleja" y que la ciudad es "un referente en coordinación de seguridad".

Buj ha dicho que "por tercer año habrá un dispositivo especial ante la celebración del toro ensogado nupcial" y toda la Policía Local estará de servicio. Ha apuntado que ha habido cambios de ubicación porque hay obras en la muralla y que en los distintos actos y concentraciones habrá un total de 204 responsables.

También ha manifestado que se ha variado la ubicación de algunos puestos del mercadillo medieval para favorecer la circulación de personas y ha apuntado que el número de puestos será este año de 249, 20 más que el año pasado.

La alcaldesa ha comentado que también habrá inspecciones de seguridad alimentaria y, por último, ha destacado la necesidad de realizar un estudio de la repercusión económica que tiene la fiesta.