La Vaquilla gana visitantes y alcanza más del 90% de ocupación hotelera

Cada año la ciudad de Teruel recibe más visitantes durante la Vaquilla, así lo confirmó ayer Emma Buj, alcaldesa de la ciudad. A lo largo de las pasadas fiestas se han recogido 105 toneladas de basura –frente a las 85 de 2015­–, "lo cual refleja que ha venido muchísima gente, que se ha consumido mucho y que también nos hemos divertido mucho", declaró Buj. El incremento de residuos generados, que indica un aumento de los asistentes, evidencia la buena salud de la que goza esta celebración.

Desde el punto de vista económico, las tres últimas jornadas de los festejos dejaron en el sector hotelero cifras similares a las obtenidas el año pasado, con una ocupación superior al 90% las noches del viernes y el sábado, según informó Juan Ciércoles, presidente de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo.

La alcaldesa lamentó el trágico fallecimiento del matador Víctor Barrio el pasado sábado en la plaza de toros, un suceso que ha marcado las fiestas. "La noticia conmocionó a la ciudad pero Teruel supo responder", agradeció a los ciudadanos Emma Buj.

Sobre la novedad de este año comentó: "La zona de acampada ha funcionado extraordinariamente bien y ya estamos pensando cómo mejorarla para el año que viene". La alcaldesa respondía a las peticiones de los usuarios sobre la necesidad de proveer al camping de más zonas de sombra e implementar más espacios de aseo.

Con la habilitación de una zona de acampada, se ha conseguido paliar la molestia que suponían para los vecinos –en especial para los de la ribera del Turia– los asentamientos improvisados de los visitantes durante las fiestas. El problema todavía no se ha conseguido erradicar por completo pero se ha progresado respecto a otros años, según Pepe Polo, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de San Fernando.

Quejas por ruido

El dirigente vecinal también manifestó la necesidad de conciliar el derecho al ocio y el disfrute de turolenses y visitantes con el derecho al descanso de los habitantes del centro de la ciudad –los más afectados por el ruido los días de la Vaquilla–, algunos de los cuales tienen que abandonar sus domicilios durante la celebración de las fiestas debido a los altos niveles de decibelios emitidos por la música de las carpas.

Más de 40 personas formaron parte ayer del operativo de limpieza –entre trabajadores de las brigadas municipales y empleados de la empresa adjudicataria, FCC– encargado de asear las calles de la ciudad. Juan Carlos Cruzado, concejal de Limpieza del Consistorio turolense, agradeció a la Policía Local su labor permitiendo que los profesionales de la limpieza realizaran su trabajo sin incidencias durante la celebración de las fiestas. Desde el Consistorio se espera que hoy estén terminadas las tareas de desmontaje de las carpas, aunque la ciudad todavía tardará unos días en volver a la normalidad.

El concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Teruel, Jesús Fuertes, declaró que una de sus preocupaciones durante las fiestas había sido la seguridad alimentaria. "Los días de la Vaquilla requisamos 3 o 4 planchas de comida en diversos puntos de la ciudad, sobre todo en la zona de la ronda", señaló. Además, este año se ha producido una proliferación de los puestos de venta ambulante de comida, algo que está prohibido en la zona centro de la capital.

La alcaldesa destacó la colaboración de las peñas en el desarrollo de las fiestas y en el cumplimiento de los horarios establecidos, y agradeció la labor de Interpeñas. "Todo el mundo tiene que saber que los 8.000 peñistas están muy bien representados", declaró Buj.