La ciudad revive la tradición del Seisado, una institución vigente desde hace seis siglos

Seis parejas desfilaron en procesión junto a la talla de Santa Emerenciana por las calles de Teruel.

Concejales y miembros del Seisado acompañaron a Santa Emerenciana en procesión.
Concejales y miembros del Seisado acompañaron a Santa Emerenciana en procesión.
Jorge Escudero

Con una procesión, con la talla de Santa Emerenciana –la patrona de Teruel– y seis parejas de jóvenes matrimonios como protagonistas, la ciudad rerevivió ayer el Seisado, una de sus más ancestrales tradiciones y, sin embargo, gran desconocida para los turolenses. El Ayuntamiento lleva más de una década empeñado en revitalizar esta ceremonia medieval, que data de 1487, incorporándola como una cita ineludible dentro del programa de fiestas de la Vaquilla.


La alcaldesa, Emma Buj, fue la encargada de nombrar a este pequeño consejo integrado por cinco parejas que han contraído matrimonio en el último año, y una sexta, que ejerce de regidora, compuesta por el concejal que más recientemente se ha desposado por el rito católico, en este caso, por el popular Juan Carlos Cruzado y su esposa Marta Álvarez. La entrega de medallas de la patrona de la ciudad en el claustro del Obispado marcó el arranque simbólico del mandato de este singular colectivo, que, según recoge la tradición, debía encargarse del gobierno de la ciudad en el supuesto de que quedara sin regente por una catástrofe. El historiador y gran conocedor de esta tradición, Vidal Muñoz, señaló que nunca en la historia de la institución se dio esta posibilidad.Mayor realce

Juan Carlos Cruzado, que ocupa el cargo de regidor tras haber renunciado la socialista Raquel Valenzuela –a quien en realidad le correspondía por ser la última concejala desposada– se mostró encantado con su participación en la tradición. Lamentó, no obstante, que la elección del Seisado siga siendo un acontecimiento prácticamente ignorado por el gran público. "Creo que debería tener un mayor realce, incluso durante el resto del año", explicaba. El edil ya participó en el Seisado como ciudadano en el año 2000, lo mismo que la alcaldesa, que durante su etapa de concejala en diversas legislaturas, repitió el cargo de regidora.


Emma Buj se ha convertido en una firme defensora de este evento, del que ayer decía que se ha conseguido preservar después de más de 500 años de historia, "a través de generación en generación, gracias a la participación ciudadana". "Y ningún pueblo –continuó– puede permitirse perder su historia". En el acto no estuvieron presentes los concejales de CHA y Ganar Teruel.


Ana Melero, quien junto con Hugo Núñez, forma parte de una de las parejas que pertenecerán al Seisado durante todo este año, calificaba su nombramiento como "una experiencia inolvidable". Reconoció que la institución es poco conocida y que decidió participar animada por una amiga que ya lo hizo años atrás.


El resto del Seisado está integrado por Javier Zaera y Eva Domene; Luis Ramón Salvador y María Carmen Gonzalvo; David García y Teresa Lanzuela; y Juan Luis Jiménez y Arancha Gorriz.


Si completar esta institución secular era hasta hace dos años una misión complicada, en estos momentos no hay problema, incluso, se registra lista de espera. De hecho, en la presente edición se ha tenido que recurrir a un sorteo porque se habían presentado dos parejas más de las necesarias.

En vista de la demanda que esta institución medieval está alcanzando con los años, Francisco Gómez, jefe del Seisado desde 1989, anunció ayer la intención de plantear para próximas ediciones "una convocatoria pública para que se puedan presentar todos los matrimonios casados por el rito católico que lo deseen".


El historiador Vidal Muñoz asegura que lejos de lo que ocurre actualmente, el Seisado era en época medieval una institución importante y muy cotizada. Ya entonces había que realizar un sorteo para seleccionar a los ‘seises’, que hasta la Guerra Civil eran cargos solo representados por hombres. "Todos querían participar, porque, entre otras cuestiones, al finalizar el mandato, conseguían puestos como encargados de las huertas del término", explica el historiador.


La tradición sitúa al Seisado siempre vinculado a Santa Emerenciana, cuya escultura salió ayer en procesión por las calles del Casco Histórico precedida por las parejas nombradas para formar esta institución. La comitiva, presidida por el regidor, el concejal Juan Carlos Cruzado portando un estandarte, desfiló ante la mirada atónita de los turistas que ayer paseaban por la plaza del Torico y calles adyacentes. La talla de la santa fue llevada a hombros por 17 peaneros, los mismos que poco antes recibieron junto a otros 7 compañeros diplomas en reconocimiento a su trabajo, "muchas veces desapercibido", según la alcaldesa.

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