Arranca el programa festivo de la Vaquilla con unas reservas hoteleras que superan el 85%

Los primeros actos de las fiestas turolenses arrancan con unas expectativas de ocupación hotelera muy favorables, según estiman los empresarios del sector. Cuando falta una semana para los días grandes, en los que la ciudad recibe un aluvión de visitantes, las reservas en los alojamientos se encuentran por encima del 85%, un porcentaje que viene a confirmar que las contrataciones se gestionan con mucha antelación, como en los tiempos de bonanza económica, antes de la crisis.

El presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos, Juan Ciércoles, señaló que las fiestas de la Vaquilla, sobre todo los días grandes, generan un importante volumen de negocio para los hosteleros, en especial para los bares y restaurantes, que multiplican su trabajo y cuyos ingresos se equiparan a los mejores periodos turísticos de la campaña de verano. Ciércoles estima que la ocupación hotelera para el sábado 9 superará el 95%, y agregó que algunos establecimientos "ya tienen colgado el cartel de completo".

Las fiestas de Teruel tienen también su repercusión en los alojamientos del entorno de la capital, y hay empresas de catering de algunas localidades que se benefician al encargarse del suministro de las comidas y cenas que las peñas consumen en sus locales durante el último fin de semana festivo.

Según subrayó Ciércoles, las reservas hoteleras proceden de un público muy variado y de todas las edades, ya que muchos visitantes aprovechan su viajes a la ciudad para recorrer las instalaciones de Dinópolis. El parque paleontológico, que es uno de los principales recursos turísticos de la ciudad, mantiene sus instalaciones abiertas todos los días del mes de julio. El turismo extranjero todavía es, sin embargo, muy minoritario. El presidente de los empresarios señaló que las fiestas turolenses coinciden con San Fermín, que mantienen "un tirón internacional muy importante".

Si para los hosteleros, la Vaquilla es una de las mejores fechas del año, no lo es menos para muchos de los comercios de la capital, sobre todo los especializados en ropa vaquillera –pantalón y camiseta blancos, casaca negra y pañuelo rojo– una indumentaria que se suele renovar cada año.

El gerente del Centro Comercial Abierto de Teruel, CCA, Rodolfo Pangua, señaló que las fiestas arrancan con las rebajas, lo cual favorece el consumo. No obstante, reconoció que estos días "no son los más adecuados para ir de compras".

Los establecimientos dedicados a la alimentación y, en especial las panaderías, se benefician del incremento de consumo que se produce en fiestas. Estas últimas elaboran decenas de ‘regañaos’, tortas de sardinas o jamón y pimientos típicas desde hace siglos de la Vaquilla.Mobiliario urbano

El Casco Histórico, el que soporta el mayor volumen de actividades durante estos días, ya está preparado para recibir a decenas de visitantes, no siempre respetuosos con el mobiliario urbano. Desde hace una semana, jardines públicos y fuentes permanecen protegidos con vallas metálicas para evitar destrozos.

Comerciantes e instituciones lanzan anualmente campañas para concienciar sobre la necesidad de respetar el equipamiento público, así como para evitar la acumulación de desperdicios. El presidente de Interpeñas, José Antonio Sánchez, considera que el impacto que este acontecimiento multitudinario tiene en el Centro de la ciudad se ha minimizado en los últimos años con "un mejor servicio de limpieza".

Interpeñas se encarga, asimismo, de velar para que en los locales de estas agrupaciones, generalmente situados en espacios públicos, se mantengan unos níveles mínimos de limpieza.

El programa diseñado para la Vaquilla de este año está integrado por más de 80 actos y cuenta con un presupuesto de 190.000 euros.