De estudiante a emprendedora

El instituto Segundo de Chomón de Teruel ofrece a estudiantes que completan su formación locales para que se inicien en el campo empresarial.

Esther Fortea, con el coordinador del vivero de empresas del Segundo de Chomón, Alfredo Ros, y un cliente, en la peluquería
De estudiante a emprendedora
Jorge Escudero

De alumna a emprendedora sin salir del instituto. La turolense Esther Fortea ha hecho realidad con 27 años su sueño de ponerse al frente de un negocio de peluquería gracias al vivero de empresas del Instituto de Educación Secundaria (IES) Segundo de Chomón de Teruel, donde el pasado curso terminó su formación al completar el ciclo medio de peluquería y cosmética capilar. Tras un breve paso por la empresa privada como asalariada, el pasado 1 de septiembre abrió su propio establecimiento, 'Oh my look!', en uno de los dos locales que el centro educativo destina al desarrollo empresarial de los alumnos que completan su formación. Por un alquiler simbólico de 50 euros al mes, los jóvenes emprendedores se inician con un local de 15 metros cuadrados en el mundo empresarial con el asesoramiento y apoyo de sus exprofesores, que ahora se convierten también en clientes.

Con el paraguas de los dos años de estancia en vivero de empresas del Segundo de Chomón, Esther confía en hacerse con una clientela fija y unos mínimos ahorros que le permitan comprar un local para establecerse definitivamente. Reconoce que sin el primer empujón del IES le hubiera sido imposible abrir una peluquería. “Los alquileres son muy caros, en torno a 700 euros al mes, y a ese dinero hay que sumar los gastos de funcionamiento. Me daba miedo afrontar ese desafío”, señala la joven empresaria. El equipamiento, con un coste de 5.000 euros, ha corrido a su cargo.

Sus primeros días como empresaria han sido esperanzadores, aunque el trabajo le haya obligado a alargar su jornada laborar más allá del horario de apertura -de 9.00 a 14.00 y de 15.00 a 19.00-. No le importa, porque se sacrifica para sacar adelante su propio proyecto empresarial. "Estoy dispuesta a coger el trabajo que venga, aunque sea fuera del horario, porque es para mi empresa", aclara. Le ilusiona tener "algo propio" y ser su "propio jefe", además de hacer "cosas diferentes" en el ámbito de la peluquería.

El coordinador del vivero del Segundo de Chomón, Alfredo Ros, explica que la oferta de una sede empresarial para exalumnos no pretende competir con los profesionales ya establecidos sino que completa la formación de FP con la capacitación “"como empresarios". "Es un paso más en la preparación del alumno", concluye Ros. Además de ceder un local en condiciones muy ventajosas, el profesorado ayuda al emprendedor con sus consejos y acompañamiento burocrático. La iniciativa parte de la colaboración del Departamento de Educación con el Instituto Aragonés de Fomento.

Uno de los requisitos exigidos a los exalumnos para poder utilizar los locales del IES es que sus proyectos tengan un carácter "innovador" que les "diferencie del resto", explica Alfredo Ros. En el caso de Esther Fortea, su ingrediente novedoso responde a la introducción en la ciudad del 'beauty corner', una práctica de moda en otros países consistente en poner a disposición de los asistentes a fiestas un mostrador con servicios de peluquería, cosmética y pedicura sin salir del recinto de la celebración. Ha tenido sus dos primeras experiencias en sendas bodas y señala que "funcionó muy bien. Se trata de una oferta que no existe en la ciudad". Novios e invitados se retocaron para recuperar su mejor aspecto sin acusar los estragos de la fiesta y sin moverse de la sala.

Una banderola a las puertas de la peluquería, con entrada por el patio del instituto, anuncia a profesores y alumnos que el mundo empresarial y el educativo se han dado la mano en el Segundo de Chomón.

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