Un coche, cazado a 141 kilómetros por hora en la travesía de Valdeltormo

El tramo donde fue denunciado, incluido en la N-420, tiene la velocidad limitada a 50 kilómetros por hora.

Un automóvil fue cazado la tarde del domingo por un radar de la Guardia Civil de tráfico cuando circulaba a 141 kilómetros por hora por la travesía de la N-420 en Valdeltormo, cuando la velocidad máxima está limitada en este tramo a 50 kilómetros por hora. La infracción cometida, catalogada como "muy grave", conlleva una multa de 600 euros y la retirada de seis puntos del carné de conducir.

La Guardia Civil alerta de que el exceso de velocidad en el que incurrió el automovilista está considerado como "delito" y tachó su comportamiento como inadmisible. La sanción correspondiente es la más elevada de las previstas por exceso de velocidad al superar en más de cincuenta kilómetros el tope establecido en una travesía. La infracción se detectó en una jornada de tráfico intenso por el regreso de automovilistas del valle del Ebro desde las zonas costeras de Cataluña tras pasar el fin de semana en la playa.

El alcalde de Valdeltormo, José Miguel Timoneda, señaló que la travesía de la N-420 no es un tramo particularmente peligroso y consideró el exceso de velocidad denunciado el pasado domingo como un hecho aislado. Timoneda, que no tenía constancia de la detección de un coche que circulaba a una velocidad que casi triplicaba el máximo permitido, añadió que para los vecinos no existe una sensación de peligro por la presencia de la carretera nacional dentro del casco urbano. El edil tachó al infractor de "loco" por circular a 141 kilómetros por hora por un casco urbano.

El alcalde recordó que en los 18 años que lleva en el Ayuntamiento, primero como concejal y luego como alcalde, no se ha registrado ningún atropello mortal en la travesía. A su juicio, la vigilancia de la Guardia Civil de tráfico en este tramo de la N-420 es muy intensa, aunque recalcó que "no puede ser" que un coche triplique el tope legal en una calle.

José Miguel Timoneda explicó que, por el trazado de la vía –con curvas pronunciadas–, los coches que proceden de Las Ventas de Valdealgorfa tienen que reducir la velocidad al entrar en el casco urbano, aunque reconoció que en sentido inverso son más frecuentes los excesos de velocidad en la travesía. Consideró, no obstante, que no existe una tendencia extendida a superar el límite de velocidad al cruzar el casco urbano por la N-420. "La gente no va más deprisa de lo normal, aunque siempre puede haber casos aislados de conducción temeraria".

Aragón cuenta con una red de 147 radares para el control de velocidad, lo que supone un equipo cada 79 kilómetros de carretera. En 2015, el número de multas impuestas a raíz de infracciones detectadas por los cinemómetros triplicó al de 2014.

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