La nevada colapsa las comunicaciones en la parte oriental de la provincia de Teruel

El servicio ferroviario entre Teruel y Valencia está suspendido desde primera hora de la mañana.

La fuerte nevada que desde anoche cae sobre la parte oriental de la provincia de Teruel tiene colapsadas las comunicaciones en esta zona. Un total de 113 kilómetros de carreteras -19 de ellos en la autovía A-23 hacia Valencia, la principal arteria de la provincia con el Levante- están cortados y para circular por otros 380,5 es obligatorio el uso de cadenas para turismos y no pueden transitar por ellos camiones y vehículos articulados.


Por otro lado, el servicio ferroviario entre Teruel y Valencia está suspendido desde primera hora de la mañana a la espera de que una locomotora dotada con una cuña quitanieves limpie la vía. Por ahora, ningún tren ha partido de la capital turolense hacia la Comunidad Valenciana, si bien en dirección a Zaragoza el tráfico de trenes no ha registrado problemas.


Además de la autovía A-23, cinco carreteras nacionales están afectadas. En la N-234 entre Teruel y San Agustín hay 42 kilómetros intransitables y en la N-420 entre Teruel y Utrillas, en las Cuencas Mineras, hay más de 70 kilómetros en los que es preciso el uso de cadenas. Lo mismo ocurre en la N-211 en la zona de Montalbán, con más de 50 kilómetros con cadenas, y en la N-330 que une Teruel con Cuenca, donde es muy difícil circular por un tramo de 28 kilómetros. En la comarca del Bajo Aragón, hay problemas para circular por la N-232 a la altura de Valdealgorfa, con 35 kilómetros afectados por la nieve. Hay que destacar que en otro tramo de la A-23 o autovía Mudéjar, 40 kilómetros entre Teruel y Santa Eulalia, igualmente hay que utilizar cadenas para transitar.


También buena parte de la red secundaria quedó ayer cubierta de nieve. Para llegar a localidades como Cedrillas -por la A-226-, Rubielos de Mora -por la A-1701-, Montalbán -por la A-222-, Gea de Albarracín -por la A-1512-, Cella -por la A-2515- y Alfambra -por la A1510- es necesario usar cadenas y 13 kilómetros de la A-231 en la zona de Valderrobres están cortados ante la gran cantidad de nieve caída.


Ya en el casco urbano de Teruel, las calles con más pendiente están cortadas al tráfico rodado como consecuencia de la intensa nevada que cae sobre la ciudad desde primer hora de la madrugada. La Policía Local ha cerrado al tráfico las cuestas de la Enriqueta, Molinos y Gitanos, además del Camino de Capuchinos. En la cuesta del Carrajete se puede circular aunque con mucha precaución. El servicio de autobús urbano está cancelado ante la imposibilidad de recorrer sus rutas con seguridad.


La prioridad de los servicios de limpieza municipales es mantener abiertos los accesos a los hospitales y centros sanitarios, así como a los centros educativos. Veinticinco personas equipadas con cinco vehículos trabajan desde las 5.30 en la retirada de la nieve de las calles y calzadas. Aunque las principales vías urbanas están abiertas, el concejal delegado de la Policía Local, Jesús Fuertes, recomendó a la población que no utilice el coche salvo “causa de fuerza mayor”.


Ante la concentración de camiones en el aparcamiento de los Planos debido a la imposibilidad de seguir su camino por la A-23 hacía Valencia, el Ayuntamiento abrió a las 8.10 la cafetería del Palacio de Exposiciones, que solo se abre con motivo de eventos. Fuertes explicó que el objetivo de esta medida es ofrecer unos servicios mínimos a los camioneros atrapados a la afueras de la ciudad.

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