La escalada, el inesperado nicho que está abriendo negocios en Teruel

Albarracín, y de forma más reciente Alcañiz, se han convertido en una referencia mundial del búlder, un tipo de escalada libre.

Escalada en los Pinares de Rodeno, en Albarracín.
Escalada en los Pinares de Rodeno, en Albarracín.
Adrián Algás

Los que se hayan pasado cualquier día por los Pinares de Rodeno, en Albarracín, habrán podido verlos. Decenas de jóvenes con colchonetas agarradas a sus espaldas con dos asas como si fueran mochilas se desplazan por el paraje protegido. Llegan de todos los países del mundo hasta la capital de la comarca de la Sierra de Albarracín para practicar el 'boulder' o búlder, una disciplina de escalada libre que consiste en escalar bloques de rocas de entre tres y ocho metros de alto valiéndose únicamente de sus manos.


En los últimos años la afluencia de estos escaladores ha ido a más, hasta el punto de empezar a generar consecuencias tanto en el aspecto negativo como positivo. Por una parte, son varios ya los negocios en la zona que se han enfocado en cubrir este tipo de clientes, pero, por otro, la gestión del paraje protegido de los Pinares de Rodeno también ha tomado medidas para evitar que su actividad pueda dañar el entorno o impedir la reproducción de algunas aves protegidas que allí anidan.


Toda la evolución de esta corriente en la zona la conoce bien Adrián Algás. Este escalador acaba de abrir un centro de escalada en Teruel capital llamado 'The Limit Climbing' que esta misma semana recibió la visita de un grupo de escaladores norteamericanos. “Estuvieron una semana en Albarracín y como llovió, vinieron al centro a seguir practicando”, comenta.


Algás lleva escalando en bloque -como se conoce también a esta disciplina- desde hace unos doce años. “Al principio éramos cuatro gatos. Hoy, llega gente de todo el mundo y Albarracín aparece en todas las guías internacionales”, señala.


No existen datos concretos sobre la cantidad de gente que acude a Albarracín a escalar. Desde la Oficina de Turismo de la Comarca se señala que anualmente se acercan a esta zona de Aragón unas 160.000 personas para hacer deporte activo, pero ahí entran tanto los escaladores, como senderistas o gente que va a hacer algún otro tipo de deporte. Sin embargo, sí que se reconoce su peso económico, que ya está empezando a generar puestos de trabajo en la zona.


Solo en Albarracín capital ya son cuatro los albergues y casa rurales que se han enfocado prácticamente de forma exclusiva en los escaladores, además de una tienda especializada donde los 'climbers' pueden encontrar magnesio o pies de gato, el calzado que utilizan. El establecimiento Sand Stone Guest House es uno de los que han surgido a raíz de esta ola. “Vimos que la afluencia era cada vez mayor pero que los escaladores no tenían sitios propios donde reunirse e informarse, y hace un año decidimos probar suerte abriendo nuestro negocio y la verdad es que no nos podemos quejar”, comenta Natalia Calvé, socia de esta casa rural que además de los servicios habituales cuenta con material y guías específicas.


“Viene gente de todo el mundo, sobre todo por número europeos desde Francia. Lo cierto es que hay gente a la que le puede sorprender que haya gente que viaje incluso miles de kilómetros por venir a escalar, pero al final es una forma más de turismo que está moviendo el nombre de Albarracín por todo el mundo y que está dejando su dinero”, señala.



La afluencia de escaladores comienza a ser mayor durante la temporada baja para el resto de turistas, ya que los meses de máxima afluencia coincide con invierno y primavera, algo que también se valora desde los establecimientos habituales. “Son visitantes que no hacen excesivo uso de alojamientos turísticos más allá de campings, sus propias tiendas y los alojamientos que se han enfocado en ellos, pero es verdad que sobre todo de cara a la hostelería es un importante aporte porque vienen en temporada baja”, señalan desde la Asociación de Empresarios Turísticos de la comarca.Su regulación en un paraje protegido


Pese al pequeño ecosistema de actividades y también económico que se ha generado en torno al boulder, esta actividad también ha sido regulada a raíz de encontrarse intrínsecamente ligada al paraje protegido de los Pinares de Rodeno. Los afloramientos rocosos rojizos de este entorno son los que han hecho de Albarracín una meca de este deporte.


“La voz se fue corriendo de boca en boca y a través de guías de escalada en un primer momento, pero los últimos años, gracias a internet, se ha producido una verdadera explosión. Hay días en los que puede haber 200 vehículos en el parking de los Pinares y todos son de escaladores”, cuenta Algás.


Ante esto, la DGA reguló a finales de 2014 en el Plan de Protección del Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno algunas restricciones sobre el boulder. En primer lugar, se cerraron durante algunos meses varios sectores para que la escalada no interfiriera negativamente en las épocas de cría de varios tipo de aves, rocas que se cerraron posteriormente durante todo el año al detectarse algunas irregularidades.


“Es cierto que hacía falta una regulación, pero el sector pensó en su momento que no se nos había tenido en cuenta a la hora de elaborar las restricciones”, señala Calvé, que además de su negocio ha formado la plataforma 'Escalada Sostenible Albarracín', que vela porque el boulder se realice respetando el paraje natural y realiza campañas de concienciación entre visitantes para que se recoja  toda la basura.


Pese a esto, la regulación actual se sigue tachando de restrictiva por los escaladores, principalmente porque otro de los puntos prohíbe el uso de magnesio, el material que usan para aumentar el agarre de sus manos. “Sin magnesio no hay escalada. Se prohibió por razones estéticas porque marca la paredes de la roca de blanco. Ahora se comercializan otros de color rojizo, y son los que intentamos que se usen”, cuenta por su parte Algás.Alcañiz, nuevo destino para escaladores


De forma más reciente, y sin tanta repercusión todavía como Albarracin, el entorno de la ciudad de Alcañiz se está convirtiendo en otro destino para los escaladores de boulder. “Aquí hay unos 40 bloques que se pueden escalar, y estamos trabajando en su señalización y puesta en común con agricultores y autoridades para que se haga lo mejor posible. El potencial está todavía por explotar”, explica a Heraldo.es Miguel Ángel Masón, presidente del Club Montañeros Bajo Aragón.


El auge de Alcañiz en las últimas fechas en este aspecto se ha expandido como en su momento pasó en Albarracín, a través de internet y los foros especializados. Uno de los escaladores de referencia internacional, el estadounidense Chris Sharma, pasó este verano por Alcañiz y grabó un vídeo que tras subir a su canal de Youtube ha dado eco a la zona entre el mundillo del boulder.


“Ahora ya estamos en el mapa, y toca que también los establecimientos de la zona lo tengan en cuenta”, comenta Masón, cuya asociación también ha editado recientemente otro vídeo en el que se señalan las principales zonas de escalada. “Hay cierta percepción de que las visitas de escaladores dejan poco dinero porque somos gente que dormimos en tiendas de campaña y demás. Yo lo que puedo decir es que viajo mucho para escalar y me muevo con mi mujer y mis hijos, y nos alojamos en hoteles como todo el mundo. Ojalá la escalada sea dentro de poco una opción más para dinamizar el turismo en la zona”, cuenta.

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