Artesanos, órdenes militares, bailarinas y señores feudales se dieron cita ayer en Rubielos de Mora en una nueva edición del Fin de Semana Medieval, la fiesta de verano que este año cumple su 29 aniversario.

La localidad vivió la jornada más multitudinaria de esta celebración, que arrancó el viernes, con sus calles y plazas abarrotadas de un público deseoso de visitar el mercado artesano –integrado por más de un centenar de puestos–, así como de asistir a todos los actos programados. El primero de ellos y el más solemne fue el nombramiento de templario de honor a Ricardo Espíritu, un coronel del ejército español vinculado al pueblo, que el año pasado hizo entrega al Ayuntamiento de la bandera que ondeaba en el campamento de la misión humanitaria en la que participó en Kabul (Afganistán).

Exhibiciones de telares y diversas escenificaciones, como la captura de un ladrón por parte de la autoridad, dieron paso a las doce de la noche a uno de los momentos más esperados: el toro jubillo. Este festejo taurino, que fue el origen de la fiesta medieval, se desarrolló en el pueblo siguiendo la tradición más antigua del embolado del astado y en medio de una villa iluminada tan solo por teas de pino instaladas en balcones y ventanas. El programa, que incluyó el viernes una obra de teatro escrita por Eduardo Nieto e interpretada por 29 niños, finaliza hoy con la actividad concentrada en el mercado medieval.