Con una merienda en honor de la tercera edad dieron comienzo las fiestas patronales de Mirambel, localidad turolense de 120 habitantes situada en la comarca del Maestrazgo. A ellos, los mayores del pueblo, estuvo dedicado el aperitivo del que disfrutaron ayer por la tarde en el pabellón. "Es un detalle que tenemos con ellos ya que no pueden asistir a todos los actos festivos como los más jóvenes", explicó Noelia, concejala de fiestas de Mirambel.

Como cada año, los quintos fueron los encargados de anunciar el inicio oficial de los festejos con su tradicional discurso durante el pregón. Tras las palabras de los jóvenes, fue lanzado desde el edificio del Ayuntamiento el cohete que indica que Mirambel tiene cuatro intensos días de actividades festivas y celebraciones por delante. La plaza de Nicolás Ferrer se llenó de vecinos y visitantes que no quisieron perderse el momento más esperado del verano en el municipio.

A medianoche, la ganadería de Teodoro Adell de Castellote (Teruel) ofreció dos toros embolados para las cuadrillas de emboladores de Villahermosa del Río, localidad de la provincia de Castellón, y Mosqueruela, en Teruel, que recorrieron iluminando con el fuego de sus astas las calles del pueblo. Tras el espectáculo taurino, ya de madrugada, los seis integrantes de la orquesta ‘Templo’ desde su camión, que sirve de singular escenario, fueron los encargados de hacer cantar y bailar a los vecinos de Mirambel, a los cuales les faltaba el sueño y les sobraban las ganas de pasárselo bien. Los más insomnes alargaron la noche al ritmo de la discomóvil ‘Disco Star’, cuya música sonó hasta la madrugada.

Esta pequeña localidad turolense recibe a muchos visitantes durante las fiestas patronales en agosto. "Vienen muchas personas de fuera, gente de todos los pueblos de alrededor, incluso en alguno de ellos han llegado a cambiar de día su programación festiva para que no coincida con la nuestra", indicó la concejala de fiestas.