Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

polémica gestión en savia

Savia hizo chatarra las avionetas de CAG tras rechazar su venta por 1,8 millones

La empresa participada por la DGA ordenó destruir todo el material el año pasado tras tapar la quiebra de la empresa con dinero públicoUn laudo arbitral acredita que hubo varias ofertas para la adquisición del prototipo.

Savia hizo chatarra las avionetas de CAG tras rechazar su venta por 1,8 millones
Savia hizo chatarra las avionetas de CAG tras rechazar su venta por 1,8 millones

No solo fue un fiasco empresarial que generó unas pérdidas millonarias a las arcas públicas, sino que se quiso tapar y, literalmente, enterrar. El Gobierno de Aragón, a través de la sociedad mixta Savia Capital Atracción, convirtió en chatarra los prototipos, las piezas y todos los utillajes empleados en la fábrica de avionetas en Villanueva de Gállego tras rechazar una oferta de compra por valor de 2,5 millones de dólares (1.865.282 euros). La destrucción del principal activo de CAG, que desvela hoy este diario tras confirmarla con testimonios y fotografías, puso punto y final a uno de los proyectos empresariales estrella de la DGA, en el que se han perdido más de 10 millones de euros de inversión.

Esta operación se fraguó a finales de 2009, un año después de que Savia silenciara la quiebra de CAG con una inyección extra de 2,2 millones de euros que permitió pagar a los acreedores y liquidar el proyecto en 2009. Según la declaración jurada del ex consejero delegado de la Corporación de Empresas Públicas de Aragón y ex presidente de la empresa aeronáutica, Santiago Coello, se tomó la decisión "de salvar los muebles con dinero público, dada su relevancia pública y el seguimiento que había de ella en medios de comunicación".

La reclamación legal de Savia contra la gestora de sus inversiones de capital riesgo, Möbius, ha sacado a luz que la sociedad mixta rechazó una oferta de "aproximadamente 2.500.000 de dólares por el prototipo certificado del avión", ya que el consejo de administración decidió solicitar 3 millones "y finalmente no se llegó a ningún acuerdo". La decisión fue adoptada el 31 de julio de 2008 y un año después acabó este valioso material, el principal activo de CAG, en el vertedero de Zaragoza, previo achatarramiento en el Parque Tecnológico de Reciclado (PTR).

El laudo arbitral, fechado el pasado 19 de noviembre, certifica que Savia recibió varias ofertas de compra del prototipo que evidencian su posible desarrollo industrial. "Ha quedado acreditado que existieron ofertas de compra del prototipo desarrollado, lo que abunda en el posible desarrollo industrial del mismo", incide sin citar el nombre de las empresas. Tampoco se recogen en el escrito de conclusiones de la defensa de Möbius.

Varias ofertas acreditadas

El árbitro designado en la Corte Civil y Mercantil de Arbitraje, el abogado madrileño Ernesto Benito, destaca que la existencia de ofertas fue reconocida en su declaración por un testigo llamado por Inverzona, la sociedad heredera de Savia que interpuso la reclamación. Se llama Fernando Rausell, y el 2 de julio de 2008 se le contrató para gestionar Savia tras la rescisión de contrato con Möbius dos meses antes. Según ha podido comprobar este diario, este auditor de cuentas comunicó por escrito a una segunda empresa el rechazo del consejo de Savia a vender el prototipo: "Ahora vuelves a presentar otra proposición, tarde, siendo que ya hemos dispuesto de los materiales tangibles", respondió, el 4 de mayo de 2009, en referencia a la decisión de reducir a chatarra las avionetas y todo el resto de piezas y moldes.

Los dos prototipos de la avioneta desarrollada por Composite Aeronautic Group (CAG) en Villanueva de Gállego, denominada Toxo Sportster, acabaron en un almacén de un polígono de la carretera de Castellón tras el cese de la actividad en 2008 y posterior cesión de la fábrica a la firma aeronáutica italiana Tecnam.

Hasta allí fueron a parar los dos aparatos, matriculados como EC-005 y EC-008 y que ya habían volado, diez juegos de piezas para fabricar otras tantas avionetas, así como todos los moldes y el utillaje necesario para la fabricación en serie. En esa nave estuvieron bajo llave algo más de un año, hasta que en el último semestre del año pasado se encargó a Industrias López Soriano SA (Ilssa) su destrucción.

"El 70% acabó en el vertedero"

Fuentes oficiales de este grupo zaragozano especializado en reciclaje recordaron el viernes que hicieron "tres o cuatro viajes" en camión para recoger todo el material con el objetivo de destruirlo, como se le había encomendado desde la sociedad mixta. "Todo fue a la chatarra. Fue una operación muy pequeña y el 70% del material acabó en el vertedero de Zaragoza, porque no valía para el reciclaje", apuntaron.

Las citadas fuentes de López Soriano señalaron que una parte de los moldes, "de color marrón y una material cristalino", se partía con suma facilidad y no servía para su revalorización. "Destruimos todo, aunque intentaron comprarnos los moles. No vendimos nada, porque no podíamos", subrayaron.

El principal activo de Composite Aeronautic Group era precisamente el prototipo de la avioneta, de la que se llegaron a montar varias unidades a finales del año 2006. La planta de producción estaba sobredimensionada, capaz de producir 200 avionetas biplaza por año. Disponía de sala de corte, sala limpia, horno de curado, zonas de recalentado, área de ensamblaje final y zona de prevuelo.

Además, se había ampliado el campo de vuelo de Villanueva de Gállego, con una pista asfaltada de 1.200 metros, calles de rodaje, salidas rápidas y plataformas de estacionamiento. Allí se probó la Toxo Sportster, que estaba llamada a convertirse en la primera aeronave ligera de uso civil que se fabricara en serie en España desde 1951.

Implicación directa de la DGA

Del interés estratégico que tenía el Gobierno de Aragón en la creación de un polo de desarrollo aeronáutico da fe la declaración jurada del ex presidente de la Corporación de Empresas. La implicación en CAG estaba decidida antes de la propia constitución de Savia Capital Atracción. "El Departamento (de Economía y Hacienda) fue muy claro. Esta operación a nosotros nos interesa. Si la veis para proyecto de capital riesgo la pasamos y la traspasamos y, por supuesto, de acuerdo al consejo después, a capital riesgo (...). Con el vehículo en marcha si podía ser capital riesgo, mejor. Que no podía ser capital riesgo, pues entonces se hubiera quedado donde estaba, que era en la empresa pública".

En la misma línea declaró el responsable de Möbius, José Luis Cayuela, quien afirmó que había un "interés político importante porque sería la primera operación de alcance en el campo aeronáutico para Aragón".

La avioneta diseñada por CAG, bautizada como Toxo Sportster, era biplaza y tenía una autonomía de vuelo de cuatro horas. Su precio de venta se fijo en 99.792 euros, incluido el paracaídas balístico.