SEGUNDA RESIDENCIA

Salou y Jaca, destinos preferidos de los aragoneses para sus segundas residencias

De los 61.603 unidades familiares con otra casa en propiedad, 39.673 están en algún pueblo de la comunidad. Les siguen la Costa Dorada, el Pirineo y Levante. El aumento de población estival satura los servicios en los pueblos más pequeños.

De los 61.603 aragoneses que disponen de una segunda residencia, más de la mitad (en concreto, 39.673) están en municipios de la propia comunidad. Cataluña y Levante son, por este orden, las siguientes zonas donde más aragoneses cuentan con otra vivienda que no es la habitual.


Según datos del Instituto Aragonés de Estadística (Iaest), el número de hogares o unidades familiares de la provincia de Zaragoza que tienen su segunda residencia en la capital es de 3.662. En este caso, pueden incluirse todos aquellos que disponen de una vivienda habitual en su municipio de origen, pero tienen otra en la capital. Salou es el siguiente destino vacacional: 2.696 familias zaragozanas disponen de su segunda residencia en esta localidad de la Costa Dorada. Jaca, Cambrils y Vila-Seca ocupan los siguientes puestos del ranquin.


En el caso de Huesca, la capital oscense también incluye el mayor número de segundas residencias (276) y le siguen Jaca (172), La Sotonera (113) y Loporzano (112). En esta provincia, ocho de las diez localidades en las que mayor número de viviendas temporales hay están en la propia provincia, salvo Zaragoza y Salou (el destino de playa ocupa el último lugar del 'top ten' oscense).


En Teruel, la proximidad con la Comunidad Valenciana hace que el mayor número de segundas residencias de la provincia, después de la capital, estén en Valencia y Sagunto. También ocupan un lugar destacado Zaragoza, Benicasim, Oropesa del Mar y algunas localidades tan turísticas como Albarracín o Mora de Rubielos.


Aunque no hay datos específicos de los movimientos de población temporal ni sobre los picos estacionales, estas cifras, publicadas recientemente en la web del Iaest, pueden dar una idea de la cantidad de gente que veranea en otros lugares de la comunidad y fuera de ella.


Otro dato importante en este sentido es el del número de residentes nacidos en Aragón que siguen viviendo en la comunidad, pero en distinto municipio y provincia de la que nacieron (134.340 habitantes). De estos, 85.425 son residentes en la comunidad que viven en otra localidad de la misma provincia (por ejempo alguien de Talamantes que reside en Borja). Los que viven en la misma comunidad, pero distinta provincia (como un benasqués que resida en Zaragoza) suman 48.915.


Lo que sorprende de todo esto es que el modelo de sol y playa que atrae a tantos turistas a España, no sea el que practican los españoles, que apuestan por el turismo de interior y el retorno al medio rural en época estival.


La paradoja al modelo sol y playa


Amparo Gracia Bernal es abogada y experta en estos temas, ya que basó su tesis doctoral en una investigación sobre los retornantes rurales. Según estimó en su estudio, en el año 2000, solo en Zaragoza podía haber unas 80.000 personas que en sus días libres volvían a sus pueblos o al de sus padres. «Lo chocante de esto es que en España tenemos el modelo de sol y playa y, sin embargo, la mayor parte de los españoles veraneamos en el interior», explica Gracia. «De las 56.131 segundas residencias que tienen los zaragozanos, 35.367 están en la propia comunidad», añade esta experta.


Además, destaca el problema que existe en muchos pueblos pequeños con la llegada masiva de veraneantes y el refuerzo que requieren servicios como la recogida de basuras o el abastecimiento de agua. «Los ayuntamientos son conscientes de que tienen que redimensionar los servicios en temporada estival para llegar a todos los vecinos», añade Gracia. También saben que este aumento de población redunda en los beneficios del pueblo y en los comercios de la zona. «Se valora también que se mantengan abiertas las casas», dice Gracia. Esta pone como ejemplo Pomer, un pequeño pueblo con 35 empadronados en el que se pagan 202 recibos de la contribución, lo que significa que el parque inmobiliario es mucho mayor.