Ryanair reclama más ayudas y las instituciones condicionan todo a la apertura de una base

La aerolínea de bajo coste Ryanair reclama ahora más ayudas a la promotora del aeropuerto de Zaragoza tras lanzar la comercialización de los nuevos vuelos con Sevilla y Bolonia, que se estrenarán en noviembre. El consejo de administración descartó ayer aportar más fondos, que condiciona a la apertura de la comprometida base de operaciones y que, a estas alturas, sigue sin tener fecha.

Fuentes del consejo indicaron ayer que la compañía irlandesa planteaba incrementar la subvención firmada para 2010 y 2011 en 182.000 euros, aunque la decisión de incrementar los vuelos fue adoptada de forma unilateral por Ryanair dentro de sus planes de expansión en Sevilla y Bolonia. En el primer caso, ha pactado la apertura de una base de operaciones, la aspiración de Zaragoza.

Como informó este diario, la promotora y Ryanair firmaron a finales de abril un nuevo contrato que garantiza a la compañía el cobro de 17,4 millones de euros de subvenciones mediante publicidad durante cinco años sin comprometer siquiera una fecha para su base de operaciones ni nuevas rutas. Ryanair únicamente garantiza el mantenimiento de las ocho rutas y se compromete a "realizar los mejores esfuerzos para mantener" un tráfico anual de no menos de 270.000 viajeros. Ahora, tras anunciar las dos nuevas conexiones, plantea cobrar más este año y el siguiente, en los que tiene garantizados 6,6 millones.

Por otra parte, la crisis y la baja ocupación de los vuelos de Air Nostrum marcarán la negociación que se abrirá ahora para renovar el contrato de subvención que expira a finales de año. El consejo de administración considera que los 172.000 euros anuales por conexión que viene recibiendo la compañía valenciana es una cantidad que no se puede sostener.

La promotora tampoco está por la labor de ampliar el apoyo económico a la tercera aerolínea implantada en la ciudad, Wizz Air, que ha ofertado la creación de una tercera ruta con Rumanía, con la segunda ciudad del país, Timisoara, tras los buenos resultados obtenidos en las conexiones de Bucarest y Cluj Napoca, con un 80% de ocupación. En este sentido, el consejo sí estaría dispuesto a apoyar conexiones con otros países.