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PSOE y PAR encaran el año con el 50% de los compromisos pendientes

A nueve meses de las elecciones, algunas de las cien promesas son un mero título. Otras se han cumplido a medias.

PSOE y PAR encaran el año con  el 50% de los compromisos pendientes
PSOE y PAR encaran el año con el 50% de los compromisos pendientes
DGA

A la coalición PSOE-PAR aún le queda mucho tajo por hacer antes de dar por finiquitada la que será su tercera legislatura y la de la despedida del presidente de Aragón, Marcelino Iglesias. La mitad de los cien compromisos de Gobierno, que lanzaron en 2007, están aún sin cumplir o a medio cumplir. Y el tiempo corre en contra: quedan nueve meses.

Nueve meses para lograr una de las aspiraciones del vicepresidente, el aragonesista José Ángel Biel: desarrollar el Estatuto de Autonomía. De momento, las tan aireadas reuniones bilaterales con el Estado aún no han empezado a dar frutos. Aunque desde el PAR se insiste en que se "está abriendo el camino". Nueve meses para incremententar los recursos financieros para I+D+i, que el pasado presupuesto tuvieron un recorte importante; para adaptar la Formación Profesional a las necesidades de la economía de cada comarca; para impulsar la Ley de Educación, guardada en un cajón desde hace años; para aumentar la financiación a la Universidad; para crear un parque de viviendas de alquiler para jóvenes; para lanzar un plan de empleo para mujeres de 18 a 30 años; para dedicar cien mil hectáreas a cultivos energéticos; para proseguir la mejora del Canfranc; para iniciar el Quinto Cinturón, solo dibujado en papeles; para agilizar las obras pactadas en la Mesa del Agua; para crear una ley específica para las comarcas de montaña...

Socialistas y aragonesistas dispondrán del mismo tiempo para acabar de rematar algunos de los compromisos adquiridos que se han completado, pero a medias. Por ejemplo, la construcción de los hospitales de Teruel (se licitará este año) y Alcañiz (está pendiente de los suelos); acordar con el Ayuntamiento la ejecución del Fleta; incentivar el patrocinio de equipos y deportistas de alto nivel; reducir hasta eliminar el impuesto de sucesiones empresarial; o consolidar el empleo en el Salud.

Otros, sin embargo, ya no podrán incluirlos en la casilla de los cumplidos. El sí -condicionado- al trasvase a cuatro pueblos catalanes ha dado al traste con el compromiso de rechazar cualquier trasvase del Ebro. Igual que la promesa de negociar un nuevo sistema de financiación autonómica, que fue asumido sin rechistar por el PSOE y, después -tras un amago de ruptura- por el PAR.

Por contra, los dos socios ya pueden sumar en la lista de objetivos cumplidos un conjunto de leyes -algunas más desarrolladas que otras- como la polémica ley de lenguas, la de Servicios Sociales, la de Urbanismo y la de Ordenación del Territorio. También pueden apuntarse el logro de haber creado la Corporación Empresarial Pública, el teléfono único de Salud, el derecho a la segunda opinión médica (llega con años de retraso) y ampliar el Museo Pablo Serrano, entre otros.

No obstante, desde el Pignatelli aseguran que se conseguirá un nivel de cumplimiento superior al 90%. Este será el argumento que defenderá el presidente, Marcelino Iglesias, en el debate del estado de la Comunidad, donde escrutará su programa de gobierno y avanzará los proyectos de su último año, porque aún queda "el 25% de la legislatura", como señaló el viernes. "Hay que seguir con normalidad, con el objetivo de recuperar el empleo y sabiendo que es un año restrictivo, con menos inversión", señalan desde Presidencia.

La prueba de los presupuestos

Un 25% de legislatura que transcurrirá con la incertidumbre del devenir de la crisis -con la que tendrá que lidiar el PSOE condicionado por las políticas nacionales- y la amenaza de las urnas en mayo de 2011, lo que sin duda influirá en las relaciones de los socios. Sin ir más lejos, deberán superar su primera prueba de fuego durante la elaboración los presupuestos. Los dos querrán dejar su impronta.

La primera disputa podría producirse en el capítulo de ingresos. Los socialistas no descartan modificar tributos y gravar las rentas más altas, a lo que los aragonesistas se oponen tajantemente. Las inversiones será otro apartado de polémica y dónde recortar, otro punto de fricción. Y podría haber más. El PAR, acuciado por sondeos que reducen su representación significativamente y una militancia que pide cambios, tratará de distanciarse de su socio e incidir en sus señas de identidad.

Habrá que ver, además, cómo se culmina el plan de depuración o el plan de carreteras, sobre el que aún debe dilucidarse si computa o no como deuda y por tanto, se puede ejecutar. Qué ocurre con Gran Scala, con la ley de lenguas, con las infraestructuras, con las relaciones con Madrid... Si se saca adelante alguna ley como la de Educación y administración local o se impulsa algún proyecto novedoso.

Y mientras, PAR y PSOE aprovecharán los resortes que da el gobierno para ir haciendo campaña. De momento, Iglesias ya tiene prevista una abultada agenda de viajes por el territorio.

El último vuelo de Iglesias en la DGA. El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, afronta su último año de legislatura con algunos deberes por hacer y con incógnitas por resolver. Entre otras, la de su futuro. En la imagen, Iglesias, en Castejón de Sos, el pasado viernes donde dio inicio al curso político.