OPERACIÓN MOLINOS

Prisión para la alcaldesa de La Muela y fianza de 120.000 € para De Miguel

Los peores presagios para la alcaldesa de La Muela, María Victoria Pinilla, se cumplieron. Sobre la una de la madrugada, la fiscal pedía prisión para ella y para el empresario de Aranade (Aragón Navarra de Gestión, S. L.), Julián de Miguel. Sin embargo, el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de La Almunia, Alfredo José Lajusticia, decidía imponer una fianza de 120.000 euros para De Miguel y enviar a la cárcel a la primera edil, sin posibilidad de pagar para eludirla. De Miguel obtuvo el aval bancario esta madrugada que le dejó libre.


Después de cuatro días detenida y de haber permanecido la mayor parte de ellos en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, María Victoria Pinilla llegó a los juzgados de La Almunia sobre las 16.45. Con gafas de sol, cazarora, jersey negro y pantalón vaquero, solo tuvo unos fugaces instantes para saludar con la mano a sus familiares que le gritaron cuando el coche que la conducía giró para enfilar la estrecha calle del juzgado. Al bajar del furgón, también pudo oír un "ánimo Mariví".

Sobre las 17.00, la alcaldesa comenzó a declarar ante el juez y no dejó de hacerlo hasta pasadas las 21.00. El instructor del caso llamó entonces a Julián de Miguel, con quien estuvo otras cuatro horas. Y mientras, aguardaba su turno Antonio Embarba, marido de la primera edil, que llegó a la vez que ella pero en un furgón distinto. Con barba de cuatro días, sonrió al oír los gritos de ánimo que también le lanzaron sus familiares.

Primera declaración


Ni María Victoria Pinilla ni Julián de Miguel quisieron declarar el pasado jueves ante la Policía, puesto que se acogieron a su derecho a no hacerlo, por lo que fue la primera vez que se enfrentaron a las imputaciones del juez. En concreto, a la alcaldesa se le atribuye la comisión de los presuntos delitos de cohecho, revelación de secretos, negociaciones prohibidas a los funcionarios, tráfico de influencias, prevaricación, fraude en la concesión de las subvenciones, malversación de caudales públicos, exacciones ilegales y blanqueo de capitales.


A De Miguel se le imputa uso de información privilegiada, malversación de caudales públicos, fraude, exacciones ilegales y tráfico de influencias. Según sus abogados, tanto María Victoria Pinilla como el empresario estaban agotados pero con ganas de declarar.


"Obviamente, el tiempo que lleva en los calabozos mina el ánimo de cualquiera, pero ha estado muy centrada y ha respondido con firmeza a todas las preguntas que le ha hecho el juez", dijo su abogado.


"Evidentemente está cansado, pues ya son cinco días de detención y es normal. Pero le mantiene alto el ánimo las expectativas de comparecer ante el juez", manifestaba Enrique Trebolle poco antes de que de Miguel, comenzase a dar explicaciones al instructor.


Los tres eran los últimos de una larga lista de diecinueve detenidos y veinte imputados por diferentes delitos relacionados con una presunta trama de corrupción urbanística que ha estado operando en los últimos años al calor del desarrollo de La Muela.

Denuncia en 2008

El juez comenzó su investigación a raíz de una denuncia presentada a principios de 2008 en su oficina de La Almunia y, desde entonces, funcionarios de unidades contra la delincuencia económica han seguido las actividades de estas personas, en especial la de la alcaldesa y los principales constructores y empresarios con los que ha trabajado.


Las diligencias instruidas desde entonces ocupan más de veinte tomos, la mayoría escuchas telefónicas. A raíz de las mismas, los policías han seguido seguir el rastro de cuentas, sociedades interpuestas y distintas propiedades de los imputados. En ellas aparecen también conversaciones sobre exigencias o pagos de sobornos a cambio de terminados beneficios o concesiones relacionados todos con el urbanismo y la expansión de la localidad zaragozana. Desde anoche, junto a Pinilla, están en prisión el concejal del PAR Juan Carlos Rodrigo Vela y el empresario José Carlos Fernández Delgado.