Meteorito o erupción volcánica, un dilema histórico

Los expertos de la Comunidad aseguran que la desaparición de las especies deriva del impacto y no de una erupción.

Una erupción volcánica o el impacto de un meteorito. Estas son las principales teorías que los expertos han barajado durante años para explicar las causas de la extinción de los dinosaurios y del 70% de las especies de la Tierra. El estudio en el que han participado investigadores aragoneses demuestra ahora que el culpable fue un asteroide.

 

La hipótesis impactista se propuso hace ya treinta años y en 1991 se descubrió enterrado bajo la península mexicana de Yucatán un cráter de casi 200 kilómetros de diámetro, denominado de Chicxulub, cuya edad coincide con la época de las extinciones. Desde entonces, la teoría del impacto meteorítico ha sido abrumadoramente aceptada.

 

Sin embargo, el consenso en la comunidad científica no es total. Hay un grupo que cuestiona esa idea porque dice que en el Golfo de México hay unos sedimentos (con acumulaciones de gotas de material fundido que fueron expulsadas tras el impacto) que se depositaron unos 300.000 años antes del límite del Cretácico Terciario. Es decir, demasiado pronto como para que el impacto sea la principal causa de la extinción.

 

Ante esto, los autores del artículo publicado en Science recuerdan que la energía liberada con el impacto del asteroide fue un millón de veces mayor que la generada por la bomba nuclear más grande jamás probada y causó grandes terremotos y tsunamis. Estos hicieron que los sedimentos se desplazaran durante semanas y no durante 300.000 años .

 

Además, el grupo de expertos en el que trabajan los aragoneses rebate la hipótesis que defiende que la extinción se ocasionó tras una actividad volcánica inusual en la zona del Decán (India occidental). Los autores del artículo de Science argumentan que hay evidencias de que hubo vulcanismo activo en India, pero este produjo tan solo leves cambios climáticos. La temperatura subió unos dos grados de media, algo que no pudo desencadenar una extinción masiva.

 

La hipótesis de la erupción volcánica se debilita aún más al revisar los modelos de la química atmosférica. ¿Por qué? Cuando hay una erupción se pueden emitir volúmenes de azufre que forman aerosoles en la estratosfera. Pero los efectos ambientales que estos puedan tener son de corta duración. "Entre erupción y erupción los gases se habrían disuelto. No habrían tenido efectos tan perniciosos como los que provocó el asteroide", comentan los investigadores.

 

Cuando el meteorito impactó, se liberaron volúmenes altos de azufre, polvo y hollín en pocos minutos, y causaron perturbaciones medioambientales extremas como el oscurecimiento y el enfriamiento global del planeta.

 

Para los autores del artículo, el registro geológico indica que un único meteorito golpeó la Tierra a finales del Cretácico. "Todos los cambios significativos en los ecosistemas se iniciaron en este momento. Los ecosistemas no tuvieron tiempo de reaccionar y murieron. El impacto de un asteroide es la causa más plausible para explicar la extinción en masa", añaden.