Un centro aragonés ha conseguido, esta misma semana, la autorización del Gobierno de Aragón para utilizar ovocitos para tratamientos de reproducción que previamente han sido vitrificados. Hasta hace muy poco, no se permitía siquiera crioconservar los óvulos -algo que sí se llevaba a cabo con el semen o los embriones-, ya que mediante la congelación podían crearse cristales de hielo que dañaban las células e impedían su uso posterior.

Sin embargo, la vitrificación permite una conservación a muy baja temperatura, aunque sin congelación.

La noticia es muy esperanzadora, sobre todo, para mujeres que deben someterse a tratamientos oncológicos o que sufren situaciones que afectan a su fertilidad. Así lo destaca el doctor Antonio Urriés, director de Reproducción Asistida de Quirón Zaragoza, la clínica que puede empezar a brindar esta solución.

"Hasta ahora, había mujeres y chicas jóvenes que acudían a nosotros demandando la conservación de sus óvulos. Algunas debían empezar a recibir quimio o radioterapia y sabían que existía esta opción, pero no podíamos ofrecérsela hasta que no recibiéramos la autorización", explica Urriés.

Muchas de estas mujeres sufren alteraciones ováricas durante el tratamiento oncológico, pero la vitrificación también puede ser una solución para aquellas con antecedentes familiares de fracaso ovárico precoz o deportistas de elite, que han podido perder o disminuir su potencial reproductivo.

En otros casos, un poco menos abundantes, se espera que haya solicitudes por parte de mujeres que van a posponer la maternidad por razones laborales, por ejemplo.

A medio plazo, se abrirá un abanico de posibilidades. Por ejemplo, la creación de bancos de óvulos, que permitan disponer de ellos más rápidamente. De hecho, las listas de espera sobrevuelan también sobre estas técnicas, a pesar de que muchas mujeres, por enfermedad u otras circunstancias, no pueden permitirse las demoras.

Un tratamiento rápido

El doctor Urriés explica que este tratamiento no reviste complicación y que es muy similar a una fecundación in vitro, aunque, como es lógico, no se culminan todos los pasos.

Normalmente, se somete a la mujer a una estimulación ovárica para que se puedan obtener varios óvulos que conservar. Después, en el momento oportuno, se hace una punción ecográfica.

La vitrificación implica la inmersión directa de los óvulos en nitrógeno líquido, cuya temperatura es de -196ºC, previo tratamiento de los mismos con sustancias crioprotectoras.