EDUCACIÓN

Los profesores de religión denuncian a la DGA por un recorte "injusto" de jornada

Los jueces han dado ya la razón a dos docentes, obligando a Educación a respetar las horas contratadas, y hay señalados otros nueve juicios para los próximos meses

Alejandro Navarro (derecha) y José María Guardia, junto a dos profesoras de religión afectadas.
Los profesores de religión denuncian a la DGA por un recorte "injusto" de jornada
PEDRO ETURA

El colectivo de profesores de Religión, integrado por 250 docentes en Aragón, considera que la administración autonómica está "arrinconando" poco a poco a la asignatura, "con el objetivo final de hacerla desaparecer". Y como ejemplo, denuncian el progresivo recorte de horas lectivas que están sufriendo sus contratos desde hace nueve años, cuando el Gobierno aragonés se hizo cargo de las competencias de Educación.

 

El sindicato Apprece (Asociación Profesional de Profesores de Religión en Centros Estatales de Aragón) entiende que se trata de una medida "injusta e injustificada", por lo que algunos de sus afiliados han decidido recurrir a la vía judicial. La administración hizo caso omiso de sus reivindicaciones, pero dos sentencias han dado la razón ahora a los profesores, obligando a la DGA a respetar el contrato original y a pagarles el dinero que han dejado de cobrar en sus nóminas desde septiembre. Según el abogado que asiste a los docentes, Alejandro Navarro, para los próximos meses están señalados otros nueve juicios.

 

La última sentencia dictada tiene fecha de 30 de enero y atiende la reclamación formulada por una profesora que imparte la asignatura en el Instituto de Educación Secundaria Cinco Villas de Ejea de los Caballeros. La denunciante tenía contrato indefinido a tiempo parcial, con 14 horas lectivas semanales y 9,33 complementarias (para todo el mes). Sin embargo, la DGA recortó su jornada lectiva para este curso, reduciendo a 12 las horas semanales y las complementarias a 8. Con esta modificación, la profesora ha dejado de ingresar 256 euros brutos mensuales.

 

El juez que resolvió este caso concluyó que no había existido comunicación previa a la trabajadora "ni justificación alguna" que amparase la medida". "La administración demandada debió haber acreditado que concurrían razones para introducir dicho cambio, pero ninguna prueba se ha practicado sobre este extremo", decía la sentencia.

 

El fallo obligaba a la DGA a respetar el contrato vigente y abonar a la profesora las cantidades dejadas de percibir desde el 1 de septiembre de 2008.

 

El presidente del sindicato Apprece, José María Guardia, dice que no quieren judicializar el problema, pero reconoce que "no está quedando otra alternativa". Recuerda, además, que "tanto la asignatura como los docentes de religión" reciben un trato "discriminatorio" por parte de la administración, "que está abocando a muchos docentes a plantearse la opción de abandonar su puesto".

El 80% opta por una alternativa

El 80% de los alumnos de Secundaria de colegios públicos optan por una asignatura alternativa a la Religión. No obstante, el porcentaje se invierte cuando se trata de escolares de Primaria. En estos casos, tres de cada cuatro padres deciden que sus hijos estudien una materia relacionada con un credo, según un reciente estudio de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Aragón (Fapar) que ha analizado las tendencias en la red pública.

 

Estos datos contrastan con los que maneja el Arzobispado de Zaragoza, que contabiliza más de 113.593 alumnos de religión católica en colegios e institutos de la comunidad. Es decir, que eligen esa enseñanza el 71,54% de los estudiantes.

 

En el caso de religiones no católicas, la demanda de clases se ha triplicado desde 2005. El curso pasado, cerca de 2.100 alumnos la pidieron, aunque solo algo más de la mitad de ellos las reciben. Las causas: la escasez de profesorado y que las peticiones aisladas no son atendidas porque se necesita un grupo mínimo de niños para dar la asignatura (esto sucede sobre todo en el medio rural). Los credos más demandados son el evangélico y el islámico.