EDUCACIÓN/ ARAGÓN

Los profesores exigen que las pruebas de recuperación de ESO sean en septiembre

Consideran que es "antipedagógico" hacerlas en junio porque no da tiempo a estudiar la materia suspendida.

Los profesores exigen a la DGA que cambie la fecha de las pruebas extraordinarias de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y que, en lugar de en junio, se celebren en septiembre. Consideran que los alumnos apenas tienen tiempo de estudiar las materias que han suspendido porque del primer examen a la recuperación del mismo en ocasiones pasan solo dos días y en otras, una semana como máximo.


Los docentes retoman una reivindicación que repiten desde el curso 2003-2004, cuando se estableció que los alumnos que no aprueben todas las asignaturas en la tercera evaluación tienen una última oportunidad a finales de junio, en una convocatoria extraordinaria. Los sindicatos de enseñanza confían en que la DGA cambie su postura y el tema pueda abordarse con la negociación de la Ley de Educación Aragonesa.


A esta causa se ha sumado el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, que pide a Educación que "estudie la conveniencia de revisar y, en su caso, modificar las fechas" de los exámenes de ESO. La institución ha abierto un expediente de oficio y en su informe señala que los equipos directivos de los centros consideran que hacer las pruebas en junio "genera distorsiones en el normal funcionamiento". Además, estiman que los porcentajes de aprobados y suspensos en esa evaluación extraordinaria "no pueden considerarse significativos" porque se celebra cuando ha pasado muy poco tiempo desde el anterior examen.


Aunque estas pruebas se hacen en junio desde el curso 2003-2004, no fue hasta el año pasado cuando la DGA publicó una orden que convertía esta medida en definitiva. La directriz fue aprobada por mayoría por el Consejo Escolar de Aragón, pero no la comparten los profesores. De hecho, la Junta de Personal Docente no Universitario de Zaragoza encuestó recientemente a profesionales de ESO de las tres provincias y de ellos, el 98% consideraron que para los alumnos es mejor realizar las pruebas extraordinarias en septiembre. Solo 30 encuestados prefirieron la convocatoria de junio.


Los profesionales justifican que la mayoría de las comunidades las hacen después del verano y algunas que las hacían en junio -Andalucía, Asturias, Castilla la Mancha- han terminado por cambiarlas. "La única oportunidad que tienen los chavales de que la recuperación les sirva para algo es hacerla en septiembre. Con todo el verano para prepararse", argumentó Marcos Domingo, de CSI-CSIF. "Hay que seguir criterios pedagógicos y los exámenes de junio van contra estos. Perjudican a los que tienen que hacerlos porque apenas tienen tiempo de estudiar y a los que han aprobado, que pierden días de clase", apuntó Manuel Martínez (CC. OO.). "No se da una oportunidad real a los alumnos porque no hay tiempo para recuperar los déficits de aprendizaje", añadió Gloria Pardillos (UGT).


Por su parte, Manuel García Zamarreño (STEA) expuso que lo ideal sería que la DGA financiara clases de repaso en los institutos durante el verano para que los estudiantes prepararan las pruebas.