SALUD

Los niños que duermen menos de 9 horas diarias tienen más riesgo de ser obesos

Un estudio europeo en el que participa la Universidad de Zaragoza alerta de que el 18% de los menores de 9 años padecen sobrepeso. La alimentación y el sedentarismo, principales causas.

Un niño que duerme poco amanece cansado, apura la hora de levantarse y desayuna mal, llega a la hora de la comida con ansia, reduce su actividad física, su sistema nervioso se desequilibra y sus hormonas se alteran hasta el punto de hacer que acumule más grasas y por tanto, engorde. Un macroestudio europeo en el que participa la Universidad de Zaragoza junto a 22 grupos de investigación de ocho países alerta de que el riesgo de sobrepeso y obesidad aumenta en los menores que duermen menos de nueve horas diarias. Esa falta de sueño -advierte- puede desembocar también en complicaciones metabólicas.


"Tras varios días durmiendo poco disminuye la sensibilidad de los tejidos a la insulina y se acumula más grasas. En adultos se ha demostrado incluso que puede relacionarse con la aparición de diabetes", explica Luis Moreno, coordinador del grupo de nutrición Genud de la Universidad de Zaragoza, que participa en el estudio.


Esta conclusión se extrae después de analizar desde 2006 los hábitos de vida de 16.000 niños de entre 2 y 9 años de ocho países europeos (España, Suecia, Estonia, Alemania, Hungría, Italia, Chipre y Bélgica) a través de encuestas a los padres y de pruebas objetivas a los menores. Del total de la muestra, 1.600 son pequeños de Aragón: aproximadamente la mitad de ellos de Huesca y el resto de la zona escolar de Zaragoza correspondiente al Actur y el Arrabal.


"El estudio no está terminado y continuará en el tiempo, pero ya hemos obtenido resultados importantes", cuenta Wolfrang Ahrens, profesor del instituto de investigación en prevención de Bremen (Alemania) y director del proyecto. Este explicó que se ha demostrado que la tasa de obesidad infantil es mayor en el sur de Europa que en el norte debido al abandono de la dieta mediterránea y al sedentarismo.


En concreto, España se alza con el tercer puesto en tasa de sobrepeso y obesidad (la padecen 17,8% de los menores) solo por detrás de Italia y Chipre, que están en torno al 19%. En el lado opuesto se encuentran Bélgica y Suecia con un 2% y un 4% de población infantil con exceso de peso, respectivamente. La media europea está en un 14% para las niñas y un 11% para los chicos. "Podría hablarse de una epidemia. Solo en Zaragoza, la obesidad ha crecido en los últimos años tres veces más rápido de lo que lo hacía antes", apunta Moreno.


La investigación -denominada proyecto Idefics- determina que, además de la falta de sueño, los factores determinantes del sobrepeso son la falta de actividad física, la genética (responsable del 60% de los casos) y el consumo excesivo de alimentos grasos y bebidas azucaradas. Pero se han encontrado también otros factores: se registra una mayor tasa de obesidad en familias con poco nivel educativo y escasos ingresos económicos. "Comer bien es caro", recuerda Moreno, quien añadió que la crisis económica podría agravar esta situación.


Guía de buenos hábitos


Por todo esto, los investigadores de este proyecto -presentado ayer en el marco del congreso internacional sobre la salud infantil en Europa, que se celebra en el Paraninfo- han diseñado programas de actuación para motivar a los menores a que tengan un estilo de vida saludable. "Aquí no se habla de que nadie haga dieta, sino de adquirir buenos hábitos", afirma el director del estudio.


Entre esas actitudes se encuentra la práctica de ejercicio diario desde edades tempranas y la reducción de las horas que se pasan frente al televisor o jugando a los videojuegos. Esto debe ir unido -señala Ahrens- a una alimentación sana y equilibrada que proteja al organismo de las enfermedades metabólicas. "Hemos visto también que los niños que pasan más tiempo con sus padres y que comen con ellos son menos propensos a tener sobrepeso", asevera el director de Idefics.