Primer año de la Ley

Los bares insumisos ganan la batalla del tabaco en Aragón

Con mayores o menores precauciones, son múltiples los establecimientos aragoneses que permiten a sus clientes encender un cigarrillo. La DGA tramitó 144 sanciones.

Interior de un bar insumiso de Zaragoza
Los bares insumisos ganan la batalla del tabaco
HA

Son las ocho de la mañana en un bar estrechamente vinculado al puente de Hierro de Zaragoza, y el ambiente no difiere en nada al de hace unos años. El frío aprieta en la calle, y en el interior del local no falta el calor de un buen café y su correspondiente cigarro. Sí, aquí se puede fumar.


Es solo uno de los múltiples ejemplos de cafeterías aragonesas donde, con mayor o menor decoro, se permite a sus clientes encender un cigarrillo, un año después de que entrara en vigor la famosa Ley Antitabaco.


Este establecimiento se declaró abiertamente insumiso durante el primer mes de enero de 2011, pero tras la intervención del Ayuntamiento y la sanción correspondiente, se retiró un letrero que decía “estamos dispuestos a dejar fumar” y pedía “disculpas a todos los no fumadores”.


Los responsables del lugar niegan que dentro del local se permita fumar, aunque -sobre todo durante las primeras horas del día- la gran mayoría de sus clientes lo hace. Incluso, el que lo solicite, puede recibir un cenicero de aluminio, porque los de cristal solo están colocados a las puertas de la cafetería.


Tres de los cuatro bares cercanos (dos de ellos han sido inaugurados en los últimos seis meses) aseguran que esa actitud beneficia notablemente a la cafetería y les perjudica a ellos.


“No hemos denunciado porque somos vecinos, pero es injusto. Abren a las 5.00 y allí la gente va porque pueden fumar sin pasar frío”, cuenta uno de los responsables de los bares aledaños, que además agrega que “todo el barrio sabe lo que sucede desde hace mucho tiempo” y nadie dice nada “porque es cómodo tener un local así cerca”.


Sus precauciones, las justas. Pero parecen disponer de buena información, ya que hay determinados días del mes en los que no se permite fumar. “Estos días va a pasar la inspección”, alertan desde el otro lado de la barra a los clientes.

Una ley ‘diurna’

No se trata de un caso aislado, aunque quizá sí por su visibilidad. En la mayoría de los bares con humos hacen uso de la picaresca en las últimas horas de la jornada. La técnica más habitual es la de bajar la persiana, para dar la sensación de que el local está cerrado.


Es el remedio preferido de varios bares de tapas del Casco Histórico y de algún pub de León XIII o Bretón. Con esta forma de actuar, la capacidad de actuación de inspectores y policías se reduce al mínimo, ya que si aparentemente no se realiza negocio, no pueden sancionar. De hecho, varias sentencias del Tribunal Supremo se han pronunciado en este sentido a favor de los empresarios.


Durante el pasado año –la ley entró en vigor el 1 de enero de 2011-, la DGA tramitó 144 sanciones y decretó tres cierres cautelares tras llevar a cabo 9.374 inspecciones. Y pese a ello, la ‘insumisión’ se consolida. “Al final, siempre encuentras un margen de maniobra, una forma de que todos estemos de acuerdo aunque sea al margen de la ley”, resume un empresario de la hostelería permisivo con los humos. Uno de los muchos que, aunque sea de forma clandestina, han conseguido ganar esta batalla del tabaco.