SANIDAD

Los abortos bajan en Aragón por segundo año, también los de adolescentes

En el primer semestre, se registraron 1.751, un 8% menos que en el mismo periodo de 2009. La edad media de las mujeres que interrumpen su embarazo es de 28 años.

La tendencia a la baja se consolida. El número de interrupciones voluntarias del embarazos (IVE) practicadas en Aragón este año vuelve a reducirse, tanto entre las mayores de edad (la media de mujeres que recurren a esta opción es de 28 años) como en las adolescentes. En el primer trimestre de 2010, se han registrado un 8% menos de abortos que en el mismo periodo del año anterior.


De enero a junio -los últimos datos de los que dispone el departamento de Salud y Consumo del Ejecutivo autonómico- han abortado en centros aragoneses 1.751 mujeres (la estadística no incluye a las aragonesas que pasaron por la intervención en otras comunidades). Son 152 menos que en el primer semestre de 2009, cuando se practicaron 1.903.


La tendencia es especialmente positiva, puesto que en 2009 ya se produjo una reducción. Según dio a conocer hace unos meses Salud Pública, en 2009 la cifra de abortos fue un 15% menor que en 2008. De seguir así, el descenso volverá a acusarse este año, algo muy importante ya que frenar esta escalada parecía imposible hace apenas cuatro años.


Si las cifras generales permiten ser optimistas, también las referidas a las adolescentes. Y es que la tasa de gestaciones interrumpidas en chicas de 15 a 19 años también ha bajado. En los primeros seis meses de 2010, supusieron el 9,76% del total (fueron 134), mientras que en todo el año 2009 habían supuesto el 10,4%. En este caso, y si el segundo semestre de este año ha sido similar al primero, la reducción se haría por tercer año consecutivo, ya que 2008 fue el primero en el que las adolescentes abortaron menos, y supusieron un 11,1% del total, frente al 12,8% de 2007. Desde Salud y Consumo destacan que se trata de la bajada más notable en esta franja de edad desde el año 2003.


Los especialistas en este tema son cautos a la hora de abordar cuáles pueden ser las causas. Desde hace años, se hacen intensas campañas de información a favor del uso del preservativo, pero hasta ahora habían ofrecido tímidos resultados. Sin embargo, y aunque muchos no lo reconocen abiertamente, la venta de la píldora del día siguiente en farmacias parece haber influido. Esta medida entró en vigor en septiembre de 2009, si bien Aragón contaba ya con una red que facilitaba el acceso a la misma en servicios de urgencias o centros de planificación familiar.


Por edades, la mayoría de las interrupciones en el primer semestre del año se dieron en mujeres de entre 20 y 35 años, siendo la edad media de 28. En concreto, el porcentaje de IVE de las que tenían entre 20 y 24 años fue de 22,51%; el de las de 25 a 29 se situó en 24,11% y el de las de 20 a 34 fue del 20,10%. Los datos corresponden a otra realidad: la natalidad se ha retrasado mucho en los últimos años (en Aragón, las mujeres tienen su primer hijo entre los 31 y los 32 años), en parte porque la llegada de descendencia antes de la treintena suele suponer un freno profesional.


De las 1.751 mujeres que abortaron en el primer semestre, el 78,41% residían en Aragón y un 21,59% estaban empadronadas en otro lugar. Además, la razón primordial a la hora de dar el paso fue que el embarazo entrañaba un grave peligro para la salud física o psíquica de la madre (en el 95,41% de los casos) y que el feto podía tener importantes malformaciones y problemas (4,59%).


Muchas inmigrantes


Lo que no ha cambiado en los últimos años es el perfil de las mujeres que se someten a un aborto, sobre todo cuando se tiene en cuenta su origen. A pesar de que la proporción de inmigrantes en Aragón es sensiblemente inferior a la de aragoneses (ronda el 12%), las IVE se reparten casi al 50% entre ambas. De hecho, el 53,6% de las residentes en Aragón que abortaron eran españolas, y el 46,6% pertenecían a nacionalidades extranjeras.


En este sector de población, y entre las menores de 20 años, se experimenta otro fenómeno. Muchas veces estas son las mujeres que acuden a practicarse más de un aborto a lo largo de su vida. A menudo, esto es achacado a una falta de información sobre el uso correcto de los sistemas sanitarios y también, a influencias culturales.