NUEVAS INFRAESTRUCTURAS EN ARAGÓN

Las tres capitales aragonesas ya están unidas por autovía

Las tres capitales aragonesas están desde este viernes definitivamente unidas por autovía, con la puesta en servicio del último tramo que quedaba pendiente por abrir de la A-23 (Autovía Mudéjar) y que culmina una larga reivindicación en la provincia turolense.


Este tramo de la autovía fue abierto tras un acto que contó con la presencia del secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, y del presidente del Gobierno aragonés, Marcelino Iglesias, quienes eludieron en todo momento usar la palabra inauguración para evitar denuncias ante la Junta Electoral por la cercanía de los comicios.


El nuevo tramo Calamocha-Romanos de la A-23 tiene 27,8 kilómetros de longitud, incluye cuatro enlaces y ha supuesto un coste de 98,68 millones de euros.


Morlán mostró su "absoluta satisfacción" por haber superado hoy el "último obstáculo" que quedaba para la buena comunicación de Teruel con Valencia, por un lado, y con Zaragoza y Huesca, por otro.


La autovía entre Zaragoza y Teruel "es algo más", destacó, ya que desde la capital aragonesa se prolonga hasta Huesca y está previsto que llegue a Jaca y a la frontera francesa, pero el trazado enlaza también desde Zaragoza con el Cantábrico pon la A-68.


La próxima legislatura, prometió, la autovía hasta Jaca estará terminada, y avanzado el trazado entre Jaca y Navarra, desde donde se continuará por el valle de Leizarán hasta San Sebastián.


"Cubrimos dos mares con un eje paralelo", insistió Morlán, quien se refirió al tramo que hoy se puso en servicio como "el último eslabón de una gran cadena que va a unir el Cantábrico con el Mediterráneo por Zaragoza".


Aunque la Autovía Mudéjar comenzó a ser una realidad con un Gobierno del PP, Víctor Morlán aseguró que en 2004, cuando él llegó al Ministerio, se había ejecutado el treinta por ciento del trazado entre Teruel y Zaragoza, y desde entonces se ha culminado el 70 por ciento restante.


Pero reconoció que ésta es una obra que "empezaron unos" y acaban "otros", que "bien está lo que bien acaba" y que se vea que los recursos públicos se aprovechan para hacer este tipo de obras tan complejas.


También se refirió al "importante esfuerzo" que aseguró que el Ministerio de Fomento ha hecho en Aragón esta legislatura, en la que se han ejecutado 1.204 millones de euros, un 34% más de lo invertido en la anterior.


El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, por su parte, se mostró "especialmente ilusionado" de acompañar a Víctor Morlán en un día tan importante para las tres provincias y felicitó a todos quienes han estado implicados en las obras.


Todos los aragoneses han considerado que ésta es una "obra clave" en la Comunidad y hoy se termina, recalcó, y por eso apuntó que está "encantado".


Esta autovía contribuye a colocar a Aragón en el núcleo central de un área de veinte millones de habitantes y "cambia definitivamente el rumbo" de la Comunidad.


La primera piedra del tramo que hoy se puso en servicio fue puesta el 18 de marzo de 2003 por el entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, del PP. Entonces el tramo contaba con un presupuesto de 72,4 millones de euros (26,28 millones menos del coste total final).


Pero la verdadera primera piedra de la autovía Teruel-Zaragoza se colocó el 22 de diciembre de 1998 por parte del Gobierno popular de José María Aznar, y generó mucha polémica, porque se denunció que fue un inicio de obras "virtual" porque las máquinas abandonaron el lugar del corte de cinta al día siguiente, para no volver hasta pasados varios meses.