UNIVERSIDAD

La Universidad pide 9 millones de deuda para evitar una situación «ingobernable»

Los presupuestos para 2011 caen un 4,5% pese a las políticas de ajuste del gasto y obligarán a suprimir asignaturas optativas, reducir grupos de alumnos y recortar la inversión en obras.

Estudiantes de la Universidad de Zaragoza
Estudiantes de la Universidad de Zaragoza
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Al cinturón de la Universidad de Zaragoza se le acaban los agujeros. El presupuesto de los campus aragoneses cae por segundo año consecutivo y lo hace con un ajuste histórico. Las cuentas para 2011 se quedan en 273,9 millones, 13 menos que el ejercicio anterior, lo que supone una pérdida del 4,5% (en torno a un 7% si se descuenta la inflación). El Rectorado se ha visto obligado a solicitar a la DGA permiso para adquirir un crédito a largo plazo de 9 millones y conseguir así «la cantidad mínima para permitir un funcionamiento adecuado». «Cualquier cuantía inferior haría simplemente ingobernable a la Universidad», aseveró el vicerrector de Economía, Javier Trívez.

El equipo del rector Manuel López ha enviado ya una solicitud por escrito al Departamento de Economía y, aunque no ha habido contestación formal, confían en que se aceptará. Esos 9 millones se sumarán a la deuda de 10 que ya se adquirió el año pasado y no evitarán que haya que recurrir a nuevas medidas de ajuste. «Con la cuantía final apenas podremos mantener ciertos estándares de calidad en la docencia y la investigación, así como seguir con las obras en curso y hacer frente a los compromisos salariales», añadió Trívez.

Este insistió en que habrá que reducir el número de grupos de alumnos -lo que hará que en cada clase haya más estudiantes y sean menos personalizadas-, se eliminarán las asignaturas optativas con poca demanda y se reprogramarán algunas obras. Entre estas últimas se encuentran las de la facultad de Educación de Zaragoza. El Rectorado pretende renegociarlas, pero sin tener que pararlas. Las que seguirán su curso serán las de Bellas Artes en Teruel.

El resto de infraestructuras deberán esperar a que se vaya enjugando la deuda. «Ahora es absolutamente inviable hacer otra política de obras diferente porque tendríamos problemas para pagar los trabajos de Bellas Artes, que se entregarán en breve», comentó el vicerrector. Dentro de las «penurias» económicas, se intentará hacer un proyecto renovado de la facultad de Filosofía que sirva para acometer la rehabilitación cuando haya fondos.

¿A qué se debe la caída?

La Universidad de Zaragoza ha reducido sus gastos en 12,8 millones de euros pasando la tijera por una veintena de partidas (ver las más significativas en la tabla de la izquierda) y ha incrementado sus ingresos propios en 2,4 millones de euros (un 4,1%) debido principalmente al aumento de alumnado. Además, ha captado más fondos de empresas privadas y cuenta con más dinero del Gobierno central (en parte por la concesión del campus de excelencia). ¿Dónde se descuadra entonces el balance?

Parte de la responsabilidad la tiene el recorte en la inversión de la DGA, que es la principal fuente de financiación de los campus (asume el 62,7%). El Ejecutivo autonómico ha mantenido intacta la transferencia básica -142,3 millones- que se destina a personal y gasto corriente, pero ha suprimido contratos programas que complementan esos fondos. En total, este año dotará a la Universidad con 171,7 millones, 4,3 menos que el pasado ejercicio. «Aun en un contexto de crisis económica y, por tanto, de severo ajuste presupuestario, necesitaremos recurrir a un crédito para poder funcionar adecuadamente aunque bajo mínimos», insistió el vicerrector.

Como contrapunto, la Universidad de Zaragoza ha decidido mantener un esfuerzo inversor en aspectos como las becas y ayudas al estudio, que mantienen la cuantía del año anterior (casi 600.000 euros) y consolidan así un incremento del 50% en los dos últimos ejercicios. También aumentan las partidas para la prevención de riesgos laborales (11,15 más) y las actividades estudiantiles (12,7%).