URBANISMO

La reforma del edificio Paraninfo se inaugurará a principios de mayo

El inmueble está cerrado desde agosto de 2006. Las obras permitirán recuperar 9.000 m2 que estaban en desuso.

Las obras del edificio Paraninfo de la Universidad de Zaragoza terminarán a finales de abril y el inmueble se inaugurará la primera semana de mayo. Sin embargo, en esa fecha todavía no estará abierto al público, ya que faltará equipar los espacios y prepararlos para que la antigua Facultad de Medicina pueda convertirse en sede de la Tribuna del Agua durante la Expo. Esta última fase estará lista antes del 14 de junio, cuando comienza la muestra internacional, según explicó el adjunto al rector para Infraestructuras, Mariano Blasco.


Los trabajos se encuentran avanzados, aunque todavía quedan "flecos" por acabar y faltan las labores de limpieza y acondicionamiento. En la actualidad se trabaja, sobre todo, en los sistemas de climatización, la carpintería y la fontanería.


La reforma del edificio -que ha mantenido este espacio cerrado desde agosto de 2006- permitirán recuperar los 9.000 metros cuadrados que estaban en desuso (el 60% del total), entre los que se incluyen parte del claustro; el sótano donde se ubicaban los antiguos laboratorios; los torreones, espacios en los que se instalarán oficinas y almacenes en diferentes pisos; las amplias salas de la parte baja, que se usaban como trasteros, y el aula magna, que constituye un lugar ideal para celebrar congresos y seminarios.

Diferentes usos del inmueble

Según el proyecto, que ha sido actualizado por el equipo de arquitectos Pemán y Franco, la mayor parte de la primera planta se dedicará a usos institucionales y universitarios y allí se ubicará la sede del Rectorado, que ahora se encuentra en un pequeño edificio del campus de la plaza de San Francisco. En la planta baja se pretende crear un espacio más abierto a la sociedad, por lo que en los sótanos se habilitarán salas para exposiciones y congresos y una cafetería. Además, el Consejo Social mantendrá también su sede en este mismo edificio.


El proyecto de rehabilitación, que comenzó a ejecutarse en agosto de 2006, se enmarca en el plan de infraestructuras de la Universidad para el periodo 2006-2012. Finalmente, el presupuesto de las obras se ha elevado a 18 millones de euros, algo más de lo inicialmente previsto, debido a las dificultades técnicas y operativas que ha presentado la obra, sobre todo en la zona de los sótanos.


El objetivo de estos trabajos es recuperar un símbolo que es el punto de referencia de la Universidad de Zaragoza. Además, tendrá un papel esencial durante la Expo 2008, ya que albergará diversas estancias de la Tribuna del Agua, un foro de reflexión y diálogo en torno al debate mundial sobre el agua y el desarrollo sostenible desde la innovación.


Además, el Paraninfo estrenará su restauración con una gran exposición del Greco, que permanecerá en la capital aragonesa durante los tres meses que dura la Expo. El núcleo será la veintena de pinturas que se conservan en el museo de Toledo y se completará con obras en depósito de colecciones particulares, del museo de Santa Cruz y de las parroquias de santa Leocadia y san Nicolás, también de Toledo.

Un espacio para el recuerdo


El edificio del Paraninfo, inaugurado en 1893 como Facultad de Medicina y Ciencias de la Universidad de Zaragoza, es el único edificio que se mantiene de la antigua institución académica, ya que en 1973 dejó de cumplir su función original. Cinco años después fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC). El despacho de arquitectos Pemán y Franco ha desarrollado un proyecto de reforma "respetuoso" con el diseño de Ricardo Magdalena. Por ello, la estructura general no ha cambiado y el aspecto exterior es idéntico, si bien se va a limpiar la fachada y a adecentar el jardín.


Además, se ha sustituido la madera del suelo por piedra para conseguir un aspecto de continuidad con el espacio urbano y se ha procedido a la restauración del ladrillo que originariamente terminaba las paredes de sótano y que, a lo largo de la vida del edificio, habían sido tapadas con materiales de revestimiento sin ningún valor.