INFRAESTRUCTURAS

La reapertura del Canfranc, aparcada y pendiente de estudios

Francia compromete recuperar el tráfico entre Olorón y Bedous para 2015, pero el túnel internacional no tiene fecha 41 años después de su clausura.

Los trazados aprobados en la revisión de 2008
La reapertura del Canfranc, aparcada y pendiente de estudios
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Es una infraestructura prioritaria para la opinión pública aragonesa, pero sigue bloqueada pese a que requiere una inversión mínima, 318 millones de euros, comparada con otras obras faraónicas. Es la línea internacional de Canfranc, cuya reapertura lleva en la agenda política casi desde el día en que se cerró el túnel de forma indefinida hace 41 años por un accidente en L'Estanguet. A estas alturas, sigue bloqueada por la falta de una verdadera voluntad y sigue acumulando estudios a uno y otro lado de la frontera.


Hace poco más de un año, los gobiernos de España, Francia, Aragón y Aquitania firmaron un memorando-marco para tener en un plazo de dos años los estudios complementarios, anunciados en varias ocasiones y cuyo coste ronda los 850.000 euros. Pero ni siquiera eso garantizaba el desbloqueo, dado que la autoridades políticas se emplazaron a decidir en 2013 sobre la viabilidad, la oportunidad y el coste de recuperar este paso internacional.


Uno de estos trabajos, el análisis de las condiciones de seguridad y explotación del túnel, está redactado desde principios de año, pero Fomento lo guarda celosamente en un cajón. Oficialmente, el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, aseguró en marzo que se presentaría en «breves fechas», pero aún no se han tenido noticias.


Mientras tanto, la modernización de la línea entre Huesca y Canfranc entró en una vía muerta pese a que el ex ministro Álvarez Cascos dejó todos los proyectos en redacción. No sirvió de pasada, porque en los últimos doce años la única intervención de calado se ha reducido a renovar la plataforma ferroviaria a entre Jaca y Caldearenas. La última intervención consistió en cambiar viejos raíles y traviesas entre Anzánigo y la Peña.


La excusa puesta por Fomento era que debían esperar a ver qué parte del trazado se podía compatibilizar con la Travesía Central, una excusa que ya se cayó cuando Francia apostó por llevar la TCP por Lannemezan. Y ahora se ha quedado sin argumentos, puesto que no habrá trazados que combinar al haber desaparecido el nuevo paso de la planificación europea. 


El contrapunto lo pone el Consejo Regional de Aquitania, que ha seguido dando pasos firmes para sacar partido al trazado ferroviario. Su presidente, Alain Rousset, inauguró en enero la reapertura del tramo Pau-Olorón y en marzo comprometió el visto bueno de París para continuar hasta Bedous. En este caso, se pretende recuperar en 2015 un tramo que se cerró al tráfico ferroviario en junio de 1980.