EN OBRAS HASTA 2015

La nueva toma del canal de Bardenas desde Yesa entrará en servicio este mes

La captación, ya demolida, se ha sustituido por una galería que quedará bajo la nueva presa y por un enlace hasta el primer túnelA pesar de que la falta de proyecto lastra las obras del recrecimiento, la CHE ya ha certificado obras por 86 millones de euros

A la izquierda, la antigua conexión del canal ya demolida. A la derecha, la galería de la nueva toma.
La nueva toma del canal de Bardenas desde Yesa entrará en servicio este mes
rafael gobantes

yesa. La esperpéntica tramitación del nuevo proyecto para recrecer Yesa hasta la cota media no impide que las obras de construcción de la nueva presa avancen aunque sea muy lentamente. Según los primeros plazos dados por la ex ministra Cristina Narbona, la ampliación de este embalse tenía que haberse terminado para la primavera del año pasado. Sin embargo, los continuos retrasos de Medio Ambiente han provocado que de momento haya que contentarse con hitos como la puesta en servicio de la nueva toma del canal de Bardenas, que empezará a servir caudales a finales de marzo.


Estos días, la unión temporal de empresas adjudicataria de los trabajos -formada por ACS, Ferrovial y FCC- está dando los últimos retoques a esa nueva conexión entre el río Aragón y las 82.000 hectáreas del sistema de Bardenas. La toma antigua, inaugurada hace casi 51 años, ya ha sido demolida casi por completo. En su lugar se ha construido una enorme galería de hormigón armado de 185 metros de largo, 5 de ancho y 6 de alto que será sepultada por la futura presa y un canal de transición que enlaza con el anterior poco antes del primer túnel.


Buena parte de esos trabajos ha tenido que hacerse a contrarreloj en los últimos cinco meses, aprovechando que, como es habitual, entre mediados de octubre y comienzos o finales de marzo el canal de Bardenas se corta para realizar labores de mantenimiento.


"La mayor dificultad de esta actuación es que hay que hacerla sin afectar a la explotación del embalse -recuerda el director de obra del recrecimiento de Yesa, Fernando Esteban-. Eso nos ha obligado a hacer la nueva conexión con el canal en casi la mitad de tiempo del que habría sido deseable. Por suerte, todo ha ido bastante bien, estamos muy satisfechos".


Hay que recordar que todas estas obras se están ejecutando según lo contemplado en el proyecto para recrecer Yesa hasta los 1.525 hm3, que es el que sigue vigente desde hace una década. Mientras no se apruebe el modificado para adaptarlo a las necesidades de la cota media, los trabajos que se realicen no pueden desviarse ni un ápice de ese primer documento.


Sin embargo, y por suerte para los intereses de Aragón, el recorte de altura se va a hacer sin modificar apenas el diseño original de la nueva presa, lo que está permitiendo avanzar en todas aquellas partes que no se ven afectadas por la cota media. Según los datos de la CHE, a 31 de diciembre de 2009 ya se habían certificado obras por 86 millones de euros, una cantidad importante si se tiene en cuenta que el presupuesto de ejecución material del recrecimiento se sitúa actualmente en unos 190 millones. En cualquier caso, esa cifra sería mucho mayor si el nuevo proyecto estuviera aprobado.


Básicamente, los trabajos realizados hasta ahora han sido el desmonte y el acondicionamiento de las laderas en las que se apoyarán los estribos de la nueva presa y la construcción del desagüe de fondo y de la nueva toma del canal.


"Puede que no sean obras muy visibles, pero sí son costosas y caras porque se trabaja con hormigón y se instala todo el sistema de válvulas -destaca Fernando Esteban-. Lo más llamativo del recrecimiento será la construcción del cuerpo de la presa, pero curiosamente esa parte solo costará unos 30 millones de euros porque consistirá en ir acarreando tierras".


Una vez acabada la nueva conexión con el sistema de Bardenas, ya no se podrán ejecutar otras unidades de obra hasta que se apruebe el nuevo proyecto. Pese a todo, el jefe del área de Obras y Proyectos de la Confederación, Raimundo Lafuente, asegura que el ritmo inversor de los últimos años se va a mantener. "Las obras ni se van a frenar ni se van a detener", insiste.


El desagüe de fondo, ya en servicio, se terminó de construir en 2007 y también consiste en una gran galería de hormigón armado de 230 metros de largo, 5 de ancho y 6 de alto que quedará enterrada bajo la nueva presa.


Por su parte, la nueva toma del canal de Bardenas se sitúa a la misma cota del anterior, lo que le impide aprovechar los últimos 36 hm3 de embalse. Su capacidad máxima -141 m3/s- es superior a la que había hasta ahora, y también dispone de dos tuberías. Una de ellas, de 2,5 metros de diámetro, aprovecha un conducto que se hizo en la presa actual para abastecer una central hidroeléctrica que nunca llegó a hacerse. La otra, de 2 metros, nace de uno de los tres tubos que servían a la antigua toma.


Esas dos conducciones confluyen en otra galería de las mismas dimensiones aunque algo más corta -185 metros- que también discurrirá bajo la futura presa y que desemboca en la caseta de válvulas. Después se ha construido un cuenco de amortiguación para disipar la energía de la caída del agua, y a continuación nace un tramo de transición a cielo abierto que tiene 99 metros y que desemboca en el trazado original del canal.