Los Cercanías de Zaragoza siguen viajando casi vacíos cuando se cumple un año de su inauguración. Desde que cerró la Expo sus puertas, la media de ocupación cayó en picado y apenas supera el 6%, con 19 pasajeros en trenes de última generación capaces de transportar a 315 personas. Los horarios, la escasa frecuencia y las malas comunicaciones de dos de las terminales urbanas (incluso la de Miraflores sigue sin estar acabada) son algunas de las razones dadas por ferroviarios y usuarios para explicar los magros resultados de la línea Casetas-Miraflores.

La media es de 772 viajeros diarios, muy lejos de los 1.200 previstos oficialmente. Tras el espectacular comienzo, en coincidencia con la Expo, las cifras cayeron en picado hasta tocar suelo en diciembre: de los 44.703 viajeros de julio se pasó a 18.857 en diciembre. Los resultados mensuales han mejorado algo, pero fluctúan entre los 20.636 clientes de febrero y los 23.931 captados un mes después.

La situación llega hasta el punto de que en muchas expediciones no hay pasajeros. La compañía Renfe tenía tres trenes Civia destinados en Zaragoza, pero retiró uno de ellos tras acabar la Expo.

El eje, de 16,6 kilómetros, cuenta con paradas intermedias en Utebo, Delicias y El Portillo con un uso muy desigual y que demuestran la movilidad existente. Las de Utebo y El Portillo son las más utilizadas, con más de dos tercios de los usuarios totales, mientras el resto se reparten el resto.

La de Miraflores, que sigue sin accesos y con la terminal recién equipada con un año de retraso, es testimonial: un 7,2%, lo que significa una media diaria de 66 personas, los que caben en un autobús. Y en esta ínfima utilización se incluyen los forofos del baloncesto que se desplazaban al pabellón Príncipe Felipe para ver los partidos del CAI. Algo similar ha ocurrido en la terminal de Delicias, que pese a centralizar trenes, autobuses y tener el rastro como vecino, llega a atraer al 13,3% de los viajeros.

La compañía Renfe optó ayer por poner el acento en el número global de usuarios logrado en el primer año, 330.936, y en el índice de fiabilidad, con un 99,85% de puntualidad y un grado de satisfacción de 8,3 puntos sobre 10.

El dato más positivo es el grado de fidelización que se ha logrado en unos pocos meses: casi siete de cada diez viajeros utilizan abonos mensuales o de diez viajes.