TRIBUNALES

La joven acusada de asesinar a su bebé insiste en que nació morado y muerto

Tamara B.B. dio a luz sola en casa de sus padres y está acusada de acabar con la vida de su bebé recien nacido.

Una joven acusada de asesinar a su bebé recién nacido ha insistido en que el niño nació morado y muerto e intentó reanimarlo tras dar a luz, sola, en el baño del domicilio de sus padres, y ha negado que pretendiera deshacerse de él porque su intención era darlo en adopción.


Así lo ha manifestado la acusada, identificada como Tamara B.B., durante la primera sesión del juicio, que se celebra con jurado popular en la Audiencia Provincial de Zaragoza y que continuará y el miércoles con la declaración de testigos, médicos, guardias civiles y peritos.


Los hechos ocurrieron la madrugada del 3 de abril de 2010, cuando la acusada, de 21 años, dio a luz a un varón en el domicilio donde residía con sus padres en la localidad zaragozana de San Juan de Mozarrifar, y lo hizo sola, ya que había ocultado el embarazo a su familia y también al padre del niño.


La joven -en prisión desde que ocurrieron los hechos- ha explicado que ocultó su estado "por vergüenza" y su intención era dar al bebé en adopción, ya que su situación económica era muy precaria: tenía una peluquería que no funcionaba y vivía con su hijo de dos años en casa de sus padres, pero él estaba en paro y la madre trabajaba en una empresa de limpieza, además de que la habían operado de cáncer.


Quería evitar llevar una carga más a casa de sus padres, según ha explicado a preguntas de su abogado, Javier Oses, quien ha destacado el carácter tímido, dependiente, inseguro e indeciso de su cliente, "quien hizo todo lo que estaba en su mano para intentar salvar la vida de su hijo".


Ha relatado que cortó el cordón umbilical al niño con unas tijeras y presionó para que la hemorragia cesara y le limpió la boca con una gasa porque le salía líquido, pero al cogerlo en brazos "lo vi morado, no respiraba y pensé que estaba muerto", ha dicho la acusada, al tiempo que ha reconocido que en ese momento lo envolvió en un albornoz y lo dejó en la repisa de la ventana del baño.


A preguntas del fiscal, la acusada ha negado que introdujera una gasa "en forma de pelota" en la garganta al bebé con intención de causarle la muerte y "deshacerse de él", al tiempo que ha reconocido que estaba "muy nerviosa" y no sabía cómo reaccionar a lo que le estaba pasando.


La joven fue trasladada al Hospital Miguel Servet por su madre, quien la encontró en el baño sangrando por la vagina. Fue el padre de la joven quien encontró al bebé en la repisa de la ventana, después de que la madre llamara desde el hospital explicándole lo que le habían dicho los médicos, que su hija acababa de dar a luz y que aún llevaba la placenta dentro.


El fiscal solicita la pena de 18 años de prisión y una indemnización de 60.000 euros para el padre del bebé, al entender que existe un delito de asesinato con el agravante de parentesco, mientras que la defensa pide la libre absolución de la acusada o, alternativamente, la condena de un año de cárcel por homicidio imprudente.


A juicio del letrado, en el caso existe el eximente de trastorno mental transitorio y de miedo insuperable y el atenuante de arrebato u obcecación.