LLEGA LA GRIPE

La epidemia de gripe llega a Huesca y aumentan los casos en Zaragoza y Teruel

Los más afectados son niños y jóvenes que no están vacunados. Los expertos creen que el aluvión de enfermos llegará en enero.

La gripe se resiste a llegar a Aragón este año, a pesar de que ya ha azotado a otras comunidades, como Asturias, el País Vasco o Navarra, que están registrando más de cien casos por cada 100.000 habitantes. La semana que terminó el 21 de diciembre (última de la que ayer se disponía información), los casos repuntaron en Huesca, registrándose 82,48 por cada 100.000 habitantes. El dato es inferior al de otras provincias españolas, pero sobrepasa ya el umbral epidémico, que se supera cuando se alcanzan los 73,7 casos por la misma proporción de población.


No obstante, hasta esa fecha, en Zaragoza y Teruel se habían detectado pocos casos, y no se podía hablar todavía de epidemia (44,80 por 100.000 en Teruel y 31,25 por 100.000 en Zaragoza).


Salud Pública está pendiente de ver con qué resultados se cierran las dos últimas semanas del año. No obstante, el jefe del servicio de Vigilancia Epidemiológica de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Juan Pablo Alonso, concreta que no sería de extrañar que en las próximas semanas se experimentase un incremento de casos de gripe en la comunidad. "Otras regiones limítrofes ya han sobrepasado el umbral epidémico, así que podría estar llegando a aquí", explica.


Predecir el 'pico' del problema


De vigilar este avance se encarga la red centinela, que contabiliza los casos semanalmente y decide si activar el protocolo o no en los servicios sanitarios de las tres provincias. "Uno de nuestros objetivos es predecir cuándo va a llegar el pico de la enfermedad, para que todos los recursos estén suficientemente dotados y activados", concreta este especialista, mientras informa de que, normalmente, este pico se alcanza a las cuatro semanas de superar el umbral epidémico.


"Por otra parte, obtenemos muestras de los virus que están circulando, para saber si coinciden con los de la vacuna que hemos administrado", dice. En este caso, así es, al menos de momento. La mayoría de las cepas aisladas son de la gripe A (H1). Existen tres variantes del virus influenza. La A puede provocar la enfermedad tanto a los seres humanos como a otros animales, mientras que la B es exclusiva de la raza humana. El tipo C causa una enfermedad respiratoria leve que no llega a convertirse en epidemia.


Por otra parte, a pie de calle, en las consultas, los facultativos empiezan ahora a detectar más casos, después de un otoño tranquilo.


"En los últimos meses y hasta aproximadamente el 20 de diciembre hemos visto muy pocos cuadros de gripe como tal", explica Isabel Marruedo, del centro de salud de Fernando el Católico. "Había mucho catarro de tipo viral, con fiebre moderada, en torno a los 37 grados y medio, que acarreaba congestiones nasales o dolencias gastrointestinales, pero sin ser gripe", añade. Y es que esta enfermedad se manifiesta siempre con fiebre alta (sobre los 39 grados), dolores musculares, fuerte malestar general, tos, cansancio...


Javier Perfecto, médico de familia del centro de salud del Arrabal, insiste en que "desde hace una semana se han incrementado notablemente los cuadros gripales, sobre todo en niños y jóvenes no vacunados". Y esto ya comienza a notarse en las consultas.


También Leandro Catalán, médico en Belchite, asegura que empiezan a llegar casos, aunque no más de lo habitual en estas fechas. "Los cambios de tiempo no ayudan y esperamos que la epidemia llegue de pleno durante los primeros 15 días de enero", dice.


Sobrecarga asistencial


Tanto Isabel Marruedo como Javier Perfecto observan que los centros de salud están empezando a adolecer este incremento, y que las fiestas navideñas lo complican todavía más. "Muchos titulares están de vacaciones y en algunos centros de salud no hay suficientes refuerzos para sustituirles. Así que hay que doblar turnos. Además, en cuanto alguien cae malo, el problema aumenta", dicen ambos profesionales.


Por otra parte, empieza a hacerse patente la denuncia del colectivo médico, que alertaba de que en unos años no sería tan factible encontrar profesionales (por la fuga a otras comunidades y las altas tasas de jubilación). Todo esto puede jugar en contra si la epidemia llega en estas semanas de periodo vacacional y no hay suficiente personal para asumirla.