CONFLICTO POR EL ARTE SACRO

La DGA descarta negociar otra vez con Cataluña la devolución de los bienes

Insiste en que se trata de un conflicto eclesiástico y los obispos de Lérida y Barbastro reiteran que está "politizado".

No habrá ningún tipo de negociación con Cataluña "ni ahora ni en el futuro" para que los bienes regresen a Aragón. Así de contundente se manifestó ayer la consejera de Presidencia, Eva Almunia, que descartó cualquier posibilidad de abrir otra vez una vía diplomática con Cataluña o con la Iglesia. Precisamente hace ahora cinco años Almunia, entonces consejera de Cultura, alcanzó un preacuerdo con la Generalitat para culminar la devolución de los bienes a cambio de la cogestión de las piezas de arte.

Pero en Aragón los términos del pacto fueron muy criticados y nunca llegaron a aplicarse. "No hay ninguna posibilidad para llegar a una solución negociada del conflicto. Se intentó hace años, pero no fue aceptado", reiteró Almunia. En el Gobierno la visión del conflicto no ha cambiado y se sigue pensando que se trata de un asunto "exclusivamente eclesiástico", pese a que ayer el nuncio apostólico en España, Renzo Fratini, rebatió este argumento y avisó de que está "politizado".

Con esta hipótesis, Fratini también dejó entrever la estrategia fijada para resolver el conflicto: lograr el respaldo de todos los obispos catalanes a la declaración conjunta de los responsables de las diócesis de Lérida, Joan Piris, y Barbastro-Monzón, Alfonso Milián, y a partir de ahí, presionar a la Generalitat. Aunque no abiertamente, el nuncio señaló al Ejecutivo catalán como responsable del litigio, a pesar de que existen sentencias eclesiásticas que obligan a devolver las piezas y que no se han ejecutado. Es ahí, en los fallos de los tribunales de la Iglesia, donde el Gobierno de Aragón pone el énfasis. Ayer Almunia valoró positivamente los pasos que se van dando, como que el Obispado de Lérida reconozca la propiedad aragonesa de los bienes. "Ahora debemos trabajar todos en la ejecución de la sentencia, que pasa exclusivamente por la Iglesia", recalcó Almunia, quien recordó a las autoridades eclesiásticas que pueden solicitar la ayuda al Gobierno español para que se ejecuten los fallos judiciales.

Respecto a la posibilidad de emprender acciones penales, como anunció en su momento el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, la consejera explicó que hasta que no haya sentencias en firme de la vía civil no se pueden impulsar. Sí admitieron que existen contactos con la Iglesia.

Los obispos implicados

"Es un conflicto eclesiástico pero desde el momento en el que se meten los políticos ya tiene una dimensión política y en Cataluña está claro que lo han hecho". El obispo de Barbastro-Monzón, Alfonso Milián, suscribe las palabras del nuncio apostólico en España, Renzo Fratini, quien aseguró en Zaragoza que el conflicto por la devolución de los bienes es de "naturaleza política".

También hicieron suyas las palabras del nuncio en la diócesis ilerdense. "El obispo de Lérida, Joan Piris, ya ha hecho todo lo que se le ha pedido (en referencia a la declaración conjunta firmada con Milián) y las cosas siguen como están. Lo que ha dicho el nuncio es correcto", comentó ayer el vicario judicial del Obispado de Lérida, Antoni Agelet. "El conflicto ha excedido tanto que los obispos ya no pueden hacer más. Ya no es cuestión de que los obispos hagan o hablen, ya está en otros niveles", aseguró. De hecho, recuerda que el propio consejero de Cultura hizo alguna declaración en el sentido de que "la solución está más a nivel político que a nivel de la Iglesia". Por su parte, Milián apuntó que las palabras de Mascarell fueron favorables a la resolución del conflicto y se mostró convencido de que "esto ayudará".

También coincide con la afirmación de Renzo Fratini de que el obispo de Lérida tiene "su libertad muy limitada". Por ello, insistió en que valoraba la intervención del nuncio, que "conoce muy bien el problema y está actuando". Se refería a la petición de apoyo a todos los obispos catalanes para que expresen su voluntad de devolver las piezas. A pesar de las reticencias, Milián está convencido de que se conseguirá.

Y concluyó: "Más que negociar lo que hay que hacer es que se cumpla la justicia. Eso ante todo y para que se cumpla hay que hablar, hay que ayudar y hay que tener las conversaciones que hagan falta, pero siempre cumpliendo la justicia. Si no se cumple la justicia, de nada sirve el diálogo".