CIENCIA

La DGA contrata a una experta en clonaciones para resucitar al bucardo

La científica estadounidense Nancy D'Cruz se incorporará al CITA. Además de ayudar a recuperar la especie, trabajará en otros campos para la mejora de la producción ganadera

El Departamento de Ciencia y Tecnología de la DGA, a través de la Fundación Aragón I+D, ha contratado a una experta en clonaciones y en biotecnología de la reproducción para ayudar a devolver a la vida al bucardo. Se trata de Nancy T. D'Cruz, una científica estadounidense que durante ocho años ha trabajado en uno de los laboratorios más prestigiosos en el campo de la genética -el Instituto Monash de Australia- y que ha clonado con éxito a más de una veintena de animales.

 

D'Cruz se incorporará al Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA). Aunque su colaboración para resucitar una especie extinguida hace más de nueve años será la parte más llamativa de su trabajo, el fichaje de esta investigadora también permitirá avanzar en otros campos relacionados con la mejora de la productividad ganadera.

 

"Contar con una profesional de este nivel es un lujo -asegura el jefe de la Unidad de Tecnología en Producción Animal del CITA, José Folch-. La clonación se puede aprovechar en distintos ámbitos, pero además su experiencia nos será muy útil para hacer más sencillas las transferencias de embriones, una técnica con la que se multiplica la descendencia de los animales más valiosos".

 

Folch también destaca que D'Cruz profundizará en la investigación de los genomas del ganado, un campo que puede resultar útil, por ejemplo, para atraer a empresas interesados en la producción de reses transgénicas.

 

La doctora estadounidense ha sido seleccionada entre 15 candidatos tras una convocatoria internacional en las revistas científicas más importantes. D'Cruz no solo domina la técnica de la clonación, sino que también es experta en la biología del embrión. Esto ayudará a descubrir posibles daños en los óvulos con los que se intentará clonar al último bucardo. "Detectar lo antes posible esos daños es muy importante para no perder tiempo y sobre todo dinero gestando embriones que no van a tener éxito", recuerda Folch.

 

El jefe de la Unidad de Tecnología en Producción Animal del CITA ha liderado el proyecto para clonar el último bucardo. Siempre se ha mostrado muy cauto, pero la llegada de D'Cruz le hace ser optimista. La doctora estadounidense reforzará el equipo de científicos que en 2003 ya logró que la especie reviviese por unos minutos.

En 2003 nació un primer clon

Aunque entonces no se hizo público, el primer proyecto para intentar clonar al bucardo consiguió que una cabra gestase y diese a luz una cría genéticamente idéntica a Celia, la hembra vieja que falleció en enero de 2000 en el Parque Nacional de Ordesa. El animal murió a los pocos minutos por un problema respiratorio, pero su nacimiento ya supuso un hito científico: por primera vez en la historia se logró devolver a la vida una subespecie totalmente extinguida.

 

Ahora, el reto es conseguir un bucardo que llegue a ser adulto. La tecnología actual solo permite obtener hembras réplicas de Celia, ya que no se guarda material genético de ningún macho. No obstante, con esos clones y un largo proceso de cruce con otros tipos de cabrá montés, podría conseguirse una especie casi idéntica. Además, los constantes avances no permiten descartar que algún día se puedan clonar machos a partir de células muertas.

Una madre de alquiler

La clonación es una técnica relativamente habitual. Se han duplicado muchos animales, pero en todos los casos había otros individuos de su especie que podían utilizarse para gestar el óvulo modificado genéticamente, algo que no sucede con el bucardo.

 

Como no quedan bucardas, tras muchos trabajos previos se determinó que como madre de alquiler lo mejor es usar una cabra proveniente del cruce entre una cabra doméstica y un macho de cabra montés de Beceite.

 

"La doctora D'Cruz podrá empezar a trabajar en la clonación del bucardo en cuanto se incorpore: los aparatos ya los tenemos y el proyecto no requiere mucho presupuesto -adelanta Folch-. Su primer cometido será estudiar los embriones con la información genética de la última bucarda para comprobar cuáles son viables".