SALUD

La crisis económica dispara los casos de disfunción eréctil entre los jóvenes

Los expertos advierten de que el aumento de estrés o ansiedad ocasiona también el incremento de otros problemas, como los estomacales o dermatológicos.

Menos trabajo, menos dinero y, en consecuencia, más preocupaciones. La crisis económica afecta a la salud, y mucho. Los médicos han percibido un incremento de las patologías relacionadas con el estado de ánimo de los ciudadanos, como los dolores estomacales, los problemas dermatológicos o de caída de pelo o los casos de disfunción eréctil.

«Cuando uno no puede afrontar los trastornos de ansiedad, de depresión o estrés se pueden desencadenar afecciones de este tipo», explica la psicóloga Vanesa Cereza. Lo especialmente significativo es que es la gente joven la que peor lleva la crisis en ese sentido. «Normalmente siempre han estado más salvaguardados a nivel mental, pero ahora tienen miedo a enfrentarse a esta situación. Por ejemplo, incorporarse a un mercado laboral que no existe», concreta Cereza.

Precisamente, los trastornos de ansiedad y de estrés afectan directamente a las relaciones sexuales. Las consultas por disfunción eréctil en gente joven, de entre 25 y 40 años, se han disparado en los últimos tres o cuatro años. Hay dos tipos -señala el jefe de sección de Urología del hospital Miguel Servet de Zaragoza, Luis Rodríguez Vela,- las originadas por cuestiones orgánicas o psicológicas, donde «la cabeza puede jugar una mala pasada». «Se empieza a darle vueltas a las cosas y se crea una ansiedad de rendimiento, que ocasiona los problemas», puntualiza el experto, que también es director del Instituto Uro-Andrológico.

Para hacer frente a este problema, Rodríguez Vela asegura que lo fundamental es hacer una buena historia clínica del paciente, en la que hay que tener en cuenta si existe un trasfondo psicológico más grave detrás. Posteriormente, indica el facultativo, hay que conseguir vencer el miedo y «darle más confianza». Con este objetivo, precisamente, en ocasiones se le ayuda farmacológicamente, por ejemplo, con viagra.

No obstante, en ese sentido, también los facultativos también se han encontrado con algún problema añadido, ya que el coste de estas pastillas es bastante elevado. Cuatro píldoras pueden casi alcanzar los 50 euros. «Al no cubrir el tratamiento el sistema público, la gente restringe el tratamiento al menor número de pastillas», destaca el jefe de sección de Urología del Servet. Aunque, incide, en que es importante tomar las dosis prescritas.

Tratamiento psicológico

En ocasiones, la gente necesita sesiones de apoyo psicológico con un especialista. Los problemas, la ansiedad, los trastornos de depresión o de estrés, según comenta Vanesa Cereza, hay que afrontarlos con pautas concretas, como una reestructuración de los pensamientos o el fomento de las habilidades sociales de los afectados.

Además -añade la experta-, una de las cuestiones en las que se insiste a este tipo de personas es intentar no recortar totalmente los gastos derivados al ocio. «Quitar de raíz todo puede ocasionar estrés y afectará al estado emocional. Es preferible reducir otros gastos o, al menos, que no desaparezca por completo», concluye.