ENERGÍA

La CREA propone hacer en Aragón hasta ocho centrales hidroeléctricas reversibles

Esos saltos permitirían reutilizar el agua elevándola por la noche y además se aprovecharían para regar. Los empresarios también piden crear 61.000 hectáreas de cultivos agroenergéticos.

La CREA propone hacer en Aragón hasta ocho centrales hidroeléctricas reversibles
La CREA propone hacer en Aragón hasta ocho centrales hidroeléctricas reversibles
EFE

La Confederación Regional de Empresarios de Aragón (CREA) presentó ayer un estudio sobre las necesidades y los aprovechamientos hídricos de la Comunidad a medio y largo plazo. El informe, redactado por una veintena de expertos con el apoyo de la DGA y de la consultora Iberinsa, concluye que dos de las grandes apuestas de Aragón en materia de agua deben ser las centrales hidroeléctricas reversibles -saltos que permiten reutilizar el agua bombeándola por la noche, cuando la electricidad es más barata- y los cultivos destinados a la producción de biocombustibles.


De esta forma, la CREA propone crear en el eje del Ebro o en sus afluentes aragoneses hasta ocho centrales reversibles que, en caso de construirse todas, aumentarían un 70% la potencia hidroeléctrica actual de la Comunidad -de unos 1.600 megavatios (MW) se pasaría a unos 2.700-. Además, como esos saltos necesitan balsas o embalses en su parte superior, también servirían para mejorar el riego.


En cuanto a los aprovechamientos agroenergéticos, el estudio de la CREA recuerda que para el año 2020 el 10% de los carburantes que se consuman en la Unión Europea deben ser biocombustibles, por lo que concluye que otra de las apuestas estratégicas de la Comunidad debe ser la puesta en regadío de unas 61.000 hectáreas destinadas a estos cultivos llamados a jugar un papel clave: maíz, colza, girasol, soja...

Una propuesta sobre qué hacer con la reserva hídrica. La principal aportación del informe de la Confederación Regional de Empresarios de Aragón es hacer una propuesta sobre cómo y en qué debe utilizarse la dotación estratégica de agua que tiene la Comunidad, es decir, los 850 hectómetros cúbicos (hm3) que, aunque están incluidos en la reserva hídrica del Estatuto, aún no tienen ningún uso asignado. Mientras ese volumen de agua no se destine a un aprovechamiento concreto, seguirá existiendo el riesgo de que otras autonomías de dentro o de fuera de la cuenca del Ebro lo reclamen para sí.

La reserva es "justita", según Jesús Morte. El presidente de la CREA, Jesús Morte, sostuvo ayer que la reserva hídrica de Aragón es "justita", y lo hizo basándose en las estimaciones del estudio: según sus autores, en el año 2020 para atender todas las demandas previstas harán falta 988 hm3 de dotación estratégica, es decir, 138 menos de los previstos en el Estatuto de Autonomía. Pese a todo, el informe recomienda dar a ese agua un triple uso.

Primer objetivo: un gran proyecto energético en el Valle del Ebro. Dado que uno de los ejes del Gobierno central es reducir la dependencia energética y que además para 2020 el 20% de la energía primaria deberá ser renovable, la CREA concede suma importancia a un proyecto que se es- tá analizando en el proceso de elaboración del nuevo Plan Hidrológico del Ebro: aumentar los saltos hidroeléctricos reversibles pasando de los 800 MW actuales a 2.800. De esos 2.000 nuevos megavatios, 1.134 se podrían poner en marcha en Aragón en ocho ubicaciones en estudio, aunque una de ellas, el embalse de Ribarroja, absorbería por sí sola unos 750 MW.

Esa potencia hidráulica reversible contribuiría a estabilizar el sistema eléctrico nacional y además generaría una red alternativa de gestión del agua que complementaría los embalses actuales. Además, la apuesta por este tipo de centrales también permitiría aprovechar los excedentes eólicos. Como la energía no se puede almacenar y el viento es imprevisible, ese recurso se pierde cada vez con mayor frecuencia, algo que se evitaría empleándolo en bombear el agua usada para turbinar.

Segundo objetivo: consolidar los regadíos. Las aportaciones naturales de los ríos de la cuenca del Ebro son muy variables. Por eso la Confederación de Empresarios propone que en los años secos se aproveche el agua embalsada de los saltos reversibles para regar las zonas con problemas y que el resto del tiempo esos caudales se utilicen para aumentar las dotaciones de riego -así habrá más libertad para que el agricultor rote sus cultivos-.

Tercer objetivo: atender las demandas urbanas e industriales y crear nuevos aprovechamientos agroenergéticos. Dentro del mismo contexto de fomento de las renovables, el estudio de la CREA propone como nuevos aprovechamientos hídricos la puesta en regadío de 61.000 hectáreas destinadas al cultivo de plantas utilizadas para producir biocombustibles.

Esas nuevas zonas regables se harían en zonas del Bajo Martín, Leciñena, La Zaida y Sástago. Supondrían tener que elevar agua del Ebro, y para ello, al igual que sucede con la consolidación del regadío, se utilizarían los saltos reversibles como fórmula para minimizar los costes energéticos de los bombeos.

Además, los empresarios estiman que, a partir de 2020, Aragón necesitará 40 hm3 adicionales para abastecimiento urbano y otros 60 para actividades industriales, logísticas y de servicios.

Una dotación adicional para años de sequía. La dotación estratégica de Aragón se queda "justita" -siempre según la CREA- porque el estudio presentado ayer propone reservar para los años secos 133 hm3 adicionales sobre los 850 ya recogidos en el Estatuto. Con ese volumen de agua se paliarían los déficits de riego y se garantizarían las demandas de la cabaña ganadera.

Los déficits de riego en épocas de sequía se cifran en 588 hm3, pero a esa cantidad hay que restarle lo que se propone que crezcan las dotaciones agrícolas -505 hm3-. Para el ganado se reservan 50 hm3 .