AGUA

La CHE propone hacer un embalse de 341 hectómetros cúbicos en Almudévar

Se llenaría desde el azud de Anzánigo, con un túnel por Sierra Caballera, lo que cuestiona la presa de Biscarrués

Los planes para la regulación del río Gállego pueden dar un giro radical si prospera la propuesta lanzada por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) de aumentar la capacidad del futuro embalse de Almudévar de los 160 hectómetros cúbicos previstos hasta un máximo de 341. Para ello, se haría una toma directa del río Gállego en el azud de Anzánigo mediante un túnel en Sierra Caballera.


La Comisión del Agua aprobó en 2006, dentro de la revisión global del Pacto del Agua de 1992, modificar el proyecto de construir un embalse en Biscarrués de 192 hectómetros cúbicos debido a su contestación social. El acuerdo, que no logró concitar la unanimidad de los implicados, consistió en rebajar el embalse a 35 hectómetros cúbicos y planificar una serie de embalses laterales para abastecer al sistema de Riegos del Alto Aragón con los caudales que se derivasen del pantano en versión reducida.


Esos embalses laterales están previstos en Valcabrera (proyectado con 55 hectómetros cúbicos), Alcanadre (44 hm3), Agua Baja (36 hm3) y Almudévar (160 hm3). Sin embargo, la CHE encargó a las empresas SERS y BS Ingeniería un estudio para mejorar la regulación interna en Riegos del Alto Aragón. Es en ese trabajo, presentado recientemente por el presidente de la CHE, José Luis Alonso, al comité de seguimiento de las obras hidráulicas revisadas por la Comisión del Agua, donde se propone aumentar significativamente la capacidad de los embalses de Almudévar y Alcanadre.


En el primer caso, el de Almudévar, el aumento de capacidad lo permitiría un cambio esencial en el proyecto: en vez de alimentar el futuro embalse desde el canal de Monegros (con aguas previamente almacenadas en los embalses de Biscarrués y La Sotonera) mediante un bombeo que salvaría 41 metros de desnivel, se llenaría con caudales tomados directamente del Gállego en el azud de Anzánigo, sin necesidad de grandes obras en el curso del río.


Túnel por Sierra Caballera


Este nuevo proyecto recoge parcialmente un plan antiguo para el canal de la Hoya de Huesca (redactado en 1986) que en su día se descartó por falta de recursos técnicos para llevar a cabo la perforación de Sierra Caballera, la obra que permitiría derivar directamente los caudales desde el azud de Anzánigo hasta el pantano en Almudévar. Los autores del estudio destacan que los avances tecnológicos en la horadación de túneles facilitan ahora una actuación que "hace solo diez años" parecía excesivamente complicada.


La boca norte del túnel bajo Sierra Caballera se situaría junto al azud de Anzánigo, a unos dos kilómetros al oeste de Caldearenas, a 619 metros de altitud sobre el nivel del mar. La boca sur quedaría en las cercanías de Bolea, en la cota 595. Entre medio, un subterráneo de entre 16 y 17 kilómetros de longitud con una sección de cinco metros de diámetro (para permitir el paso de vehículos de mantenimiento), una pendiente del 1,1 por mil y una capacidad de 45 metros cúbicos por segundo.


La conducción continuaría con un canal a cielo abierto de escasa longitud que finalizaría en una balsa de distribución de 800.000 metros cúbicos. Desde ese punto, los caudales tendrán dos usos: proseguir su camino hasta el embalse de Almudévar (cota 433) a través de una tubería de unos 23 kilómetros o, en caso de haber sobrantes, ser vertidos al río Sotón para mejorar el abastecimiento de La Sotonera.


Una tubería forzada, proyectada con tres metros de diámetro, una velocidad de transporte de tres metros por segundo y una capacidad de 21,2 metros cúbicos por segundo, podría llevar hasta el futuro pantano de Almudévar 55 hectómetros cúbicos al mes. Por lo tanto, la infraestructura propuesta haría posible que ese embalse se llenase hasta los 341 hectómetros cúbicos (capacidad máxima del vaso) derivando agua exclusivamente entre los meses de octubre y mayo.


En el proyecto se ofrecen diversas posibilidades constructivas para la presa de Almudévar. Las cuatro alternativas barajadas van desde una capacidad de 123,17 hectómetros cúbicos a la máxima ya comentada de 341,39. La primera opción supone anegar 1.167 hectáreas y la segunda eleva esa cifra a 1.733.


Uno de los beneficios que conllevaría la alternativa de la conducción entre Anzánigo y Almudévar sería, además del ahorro energético del bombeo que precisa el proyecto inicial, la posibilidad de aprovechar la diferencia de cotas para generar electricidad.


El trabajo de SERS y BS Ingeniería para la CHE explicita que es factible instalar dos aprovechamientos hidroeléctricos "de gran importancia". Uno iría al final de la tubería forzada, justo antes de que el agua llegase al embalse, y el segundo en la misma presa, en la conexión de salida con el canal de Monegros. La generación prevista es de 125 gigawatios (Gwh).


El futuro de Biscarrués


El nuevo proyecto para Riegos del Alto Aragón debería ser aprobado por la Comisión del Agua para tener validez, ya que modifica sustancialmente los planteamientos de 2006, y posteriormente habría de recibir el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente.


Aunque los regantes, cansados de esperar una solución al sistema de riegos más extenso de Aragón y que continúa creciendo sin que se ofrezcan nuevas aportaciones de reserva hídrica, no han recibido con agrado la noticia, sí que podría allanar las cosas al resolver las demandas de los afectados por Biscarrués. Desde la DGA, ayer se señaló que, aunque este embalse "pasaría a un segundo plano por dejar de ser prioritario", tampoco se descartaría ante futuras necesidades.