Ritos coloristas tibetanos

La comunidad budista de Panillo celebra el Año Nuevo

Los ocho lamas que componen la comunidad han pedido paz, rodeados de responsables políticos e institucionales de Huesca.

Los lamas de Panillo durante la fiesta
La comunidad budista de Panillo celebra el Año Nuevo Tibetano
ANGEL GAYUBAR

La comunidad budista de Panillo, ubicada en el corazón del Pirineo aragonés, ha celebrado el Año Nuevo Tibetano con sus tradicionales y coloridos ritos y ofrendas dirigidas a pedir que reine la paz y terminen las guerras y la enfermedad durante el nuevo periodo que se abre.


A la celebración de estos ritos han asistido responsables políticos e institucionales de la provincia altoaragonesa, entre otros la nueva subdelegada del Gobierno en Huesca, María Teresa Lacruz.


La comunidad, bautizada con el nombre Dag Shang Kagyu, fue fundada en 1984 por el lama Kyabje Kalu Rinpoche en una pequeña parcela adquirida junto al núcleo pirenaico de Panillo, que posteriormente fue ampliada a través de la donación de una finca anexa más extensa.


Desde entonces, esta comunidad, que ha sido designada por su fundador como su "cuartel general" en Europa, ha llevado una vida destinada a la meditación, a la enseñanza y al retiro espiritual.


Los lamas (en la actualidad ocho) han conseguido a lo largo de los años una completa integración con los vecinos de las distintas poblaciones de la zona, proceso que no se ha visto afectado por una forma de vida basada en la meditación y el contacto con la naturaleza.

Año Nuevo Tibetano

La celebración del Año Nuevo Tibetano es uno de los acontecimientos más relevantes de la comunidad y se prolonga entre los primeros días de la luna creciente del mes de febrero y la luna nueva siguiente.


El día de Año Nuevo Tibetano se practica el ritual de Guru Rimpoche, o el de Milarepa, la ofrenda de Tsok Köncho Chidi, y la ceremonia de ofrenda de humo blanco purificador (Ri Uo Sang Chö), ofrendas que tienen como objeto que reine la paz y que terminen las guerras y las enfermedades.