Arte

Beulas: "Tàpies atrae por el misterio del arte"

José Beulas recuerda la figura del artista catalán tras su muerte.

Beulas junto a su cuadro.
La Catedral de Huesca alberga el cuadro donado por José Beulas
RAFAEL GOBANTES

‘Caligrafía vertical’ (1988) y ‘1, 2, 3’ (1985) son los títulos de las dos obras del artista Antoni Tàpies que forman parte de los fondos del Centro de Arte y Naturaleza de Huesca, el CDAN. Ambas obras llegaron así a la capital oscense tras su compra en Barcelona y de la mano de otro artista sobresaliente, José Beulas, a quien se debe la adquisición del importante legado de arte contemporáneo del centro museístico. "Era un intelectual, además de un gran pintor, un genio de los que no se tenían que ganar la vida pintando. Tenía esa suerte. Pero claro, un genio nace, no se hace", asegura el artista gerundés afincado en Huesca. "Si te tienes que ganar la vida pintando y tienes un poco de suerte, vivirás de lo que te gusta en la vida que es el arte y que para mí, es como meterte dentro de la cabeza aquello que tu ves, como diría yo, con los ojos del alma", añade el pintor.


Beulas recuerda así como, durante una temporada, vivió a tan solo "cuatro casas" de la Fundación Antoni Tàpies en Barcelona, así como la relación que mantuvieron en diferentes etapas de su vida. "Tàpies era un genio y la vida le ha dado mucho. Era de una buena familia de Barcelona. Para mí, como persona, fue siempre muy accesible y a pesar de que yo viví mucho tiempo en Madrid, estuve siempre al tanto de lo que hacía", asegura José Beulas. Así, su primer contacto con la obra de Tàpies fue en la Exposición Nacional de Bellas Artes celebrada en Madrid en 1954, en la que el artista catalán exponía por primera vez. "Allí exhibió por primera vez aquellos cuadros matéricos, compuestos por esa materia tan gruesa y tan hermosos. Se forjó entonces muchos enemigos, pero enemigos de categoría, ya que la categoría del criticado se mide por la categoría de los que le critican", asegura el artistas y coleccionista de Huesca.


Críticas que en su opinión, vinieron dadas por gente por una sensibilidad distinta a la del autor. Sin embargo, aquello no frenó al artista. "Él siempre hizo lo que le dio la gana ya que pudo permitírselo", relata Beulas. "Pintar esa su pasión y él era un hombre de una sensibilidad extraordinaria. Sus obras, aunque para algunos no representen nada, atraen por ese misterio que tiene el Arte que nadie sabe explicar", añade el pintor. Y es que, como afirma "el Arte es una forma de apoderarte de las cosas para vivirlas más intensamente".


Materia enriquecida


Más adelante, fueron varias las visitas que Beulas realizó al pintor en Barcelona, con motivo de la realización de una etiqueta para uno de los vinos de bodegas Enate, de la Denominación de Origen Somontano, para una de sus añadas de 1998. Y aunque compañeros, sus formas de entender la vida han sido también, muy diferentes. "Ha llevado una vida más de artificio, mientras que yo he vivido más en el campo", afirma el artista de Huesca. Destaca de su colega, por otra parte, como "ha enriquecido la materia, tanto, que ya es un atractivo en sí de su obra". Y junto a ello, destaca también su "sentido innato del equilibrio, de la proporción, del ritmo y la armonía".-