Los escaparates de la capital oscense lucen ya llenos de pajaritas, danzantes y pañoletas. Todos los comercios, independientemente de su sector, se mimetizan con la fiesta y se tiñen de los colores por excelencia de la fiesta laurentina, que ya descuenta las horas para su inicio, este domingo.

Algunos lo hacen con un transfondo mayor que el de sumarse al ambiente de celebración, como en la farmacia Marro, donde lucen multitud de imágenes del archivo privado del fotógrafo Víctor Ibáñez, todas del año 80, en la que se reflejan diferentes momentos de San Lorenzo.

Las fotografías están a la venta para aquellos que se reconozcan entre los oscenses retratados, o que quieran conservar un recuerdo de las fiestas, y lo recaudado se destinará a una iniciativa solidaria promovida por la población senegalesa en Huesca, con el objetivo de adquirir mosquiteras para el país y prevenir así la malaria.