Los miembros de la plataforma 'Quiero aprender en mi barrio' salían a la calle la tarde del miércoles para solicitar ante la Dirección Provincial de Educación la apertura de una vía de segundo curso de Infantil. Piden que se haga en el conocido como barrio de Los Olivos, en el colegio Pirineos-Pyrénées o bien en el Pedro J. Rubio, donde se ha autorizado recientemente la apertura de una nueva vía de primer curso.

Como señala su portavoz, Sergio Martínez, han sido 24 las familias de esta zona de Huesca las que han solicitado el cambio de centro, después de que el año pasado tuvieran que desplazarse a otros colegios lejos de sus hogares. “Un número suficiente”, asegura, para que se pueda poner en marcha una nueva clase, sin que tenga que cerrarse otra en ningún colegio de la capital altoaragonesa. Martínez recuerda que cuentan con el compromiso tanto de la Dirección Provincial como de la Consejería de Educación del Gobierno de Aragón.

Como señala Martínez, el hecho de estudiar lejos de su barrio supone para las familias afectadas “un sacrificio” a varios niveles, “sobre todo económico”. Y es que, aparte de los centros antes nombrados, Los Olivos no cuenta con colegios cercanos a los que se pueda acceder andando en un corto espacio de tiempo. Resulta así necesario, subraya, coger el coche, lo que supone “un desembolso que no teníamos asumido al comienzo del curso”.

Todo ello, con las consiguientes dificultades para conciliar la vida familiar y laboral y el distanciamiento de los pequeños de la vida de barrio. “Creemos que su socialización no corre peligro, estamos contentos, en ese sentido, con los centros en los que se encuentran ahora, pero pensamos que permanecer en el barrio es importante para el apego de nuestros hijos”, comenta el portavoz de la plataforma. Como recuerda, cuentan con el compromiso del director provincial, José María Cabello, “de que estudiaría el caso, aunque no dijo ni cuándo ni cómo. También de que se crearía una comisión de garantías, aunque desconocemos si se ha hecho ya”.

Tienen asimismo, asegura, el visto bueno del Consejo Escolar Municipal, “que dictaminó que era necesaria la apertura de esas vías”, además del apoyo del pleno del Ayuntamiento de Huesca, de la Comarca de la Hoya y de la DGA. También el compromiso, aseguran, de la consejera, Dolores Serrat, a quien entregaron la solicitud en mano. “El Justicia realizó además un escrito en el que pedía a la Consejería de Educación que resolviese el problema, ya que estimaba que las distancias hasta los centros educativos eran demasiado elevadas para unos niños tan pequeños”, afirma Martínez.