La sociedad oscense de comienzos del siglo XX a través de Nicolás Viñuales

El Matadero exhibe hasta el 9 de febrero una selección del gran legado del fotógrafo oscense.

La sociedad oscense de comienzos del siglo  XX a través de la mirada de Nicolás Viñuales
La sociedad oscense de comienzos del siglo XX a través de Nicolás Viñuales
Javier Sanchez

Un nombre, Nicolás Viñuales y en él, la historia de la sociedad oscense de comienzos del siglo XX.


Una selección de 60 de las más de 5.000 instantáneas que forman parte de su legado puede verse desde este viernes y hasta el próximo 9 de febrero en dos de las salas de exposiciones del Centro Cultural del Matadero de la capital oscense.


Pertenecen a la colección de casi 4.000 placas de vidrio de la familia Loscertales. Otro millar se encuentra en la Fototeca de la Diputación Provincial de Huesca y un centenar, en el Ayuntamiento.


José de La Gándara ha sido el encargado de la conservación, clasificación y digitalización de este extenso y rico patrimonio fotográfico, que descubrió en una casa que fue propiedad de la familia del autor. Como recuerda, se pasaba horas “mirando las plaquitas de vidrio” una vez realizado el hallazgo.


La muestra, señala De La Gándara, “es muy representativa del trabajo de Viñuales”, y en ella se recogen las imágenes que tomaba el autor en la ciudad de Huesca y sus alrededores, como la sierra de Guara y en el transcurso de otras excursiones que él realizaba. Pueden verse además, añade, imágenes de automóviles, motocicletas y aviones de la época ya que a su autor, “le fascinaba la tecnología de entonces”.

Un tobogán en la plaza de Navarra


También pueden verse numerosos retratos que Viñuales tomaba en un terreno que tenía en las afueras “y por el que pasó en la época media ciudad”.


También se pueden encontrar fotos de grupo, monumentos y curiosidades, “como un enorme tobogán de madera en espiral que se instaló en la plaza de Camo, hoy plaza de Navarra, durante una feria ganadera celebrada en noviembre para San Andrés”, relata De La Gándara. Como explica, la labor de ordenar, documentar y digitalizar todo este legado le ha llevado “muchos años de trabajo”.


Un tiempo que ha merecido la pena para dar a conocer, a través de la mirada de Viñuales, “una Huesca de ensoñación, de imágenes y paisajes que uno no puede imaginar que se hayan perdido y que ya no van a volver”.


Una ciudad en la que la vida era, a simple vista, “más tranquila, pero también más dura”, como puede verse en escenas como la de las lavanderas en el río o las que retratan el invierno.


De LA Gándara se muestra además muy agradecido al Ayuntamiento de Huesca por facilidades que han puesto a la hora de abrir al público la exposición, que tiene su continuidad además en forma de libro, en la web, en la página www.archivoviñuales.com y las redes sociales.


Espera asimismo que puedan realizar más exposiciones como esta, con el fin de que pueda mostrarse al público toda la riqueza de la colección.