​“Hay que sacarle el punto divertido a la comida sana”

Cruz Roja celebra un taller para padres coincidiendo con el Día Mundial de la Alimentación.

Laura Carchemilla, encargada de impartir el taller.
​“Hay que sacarle el punto divertido a la comida sana”
J.S.

Mostrar a los niños el lado divertido que pueden tener alimentos como las verduras, la fruta o el pescado. Esa es una de las claves para lograr que los pequeños coman de una forma más sana, según explicaba el jueves Laura Carchemilla, técnico de Juventud de Cruz Roja Huesca en el taller para padres organizado con motivo del Día Mundial de la Alimentación.


“No tienen que verlo como un castigo, ya que de ese modo siempre asociarán ese tipo de alimentos a algo que no les gusta”, comenta Carchemilla. Resulta así importante que los pequeños comensales “conozcan la amplia variedad de alimentos existente, que no se queden siempre en lo mismo, si hoy han comido verduras, mañana, por ejemplo, pasta”.


Los niños, asimismo, aconseja la técnico de la organización humanitaria, deben comer acompañados por adultos, para evitar que aparten del plato aquello que no les gusta. “Estamos alcanzando unos datos similares a los de Estados Unidos en cuanto a obesidad infantil y todo ello por cosas que se hacen mal”, añade.


Pone como ejemplo aquellos casos en los que se evita el desayuno para comer después a media mañana un bocadillo de grandes dimensiones y después, llegar a la hora de la comida sin hambre. Entra así en juego el concepto de salud solamente “como ausencia de enfermedad”.


"Sin embargo la salud es mucho más, algo que deberían dejarnos claro desde que somos pequeños”, comenta la portavoz del área de Juventud de Cruz Roja en Huesca. En este sentido, en los comedores escolares “saben cuáles son las necesidades nutricionales de los niños y ofrecen por ello dietas equilibradas”.


Propone, de este modo, echarle imaginación al menú de cada día, sin miedo a romper el esquema “de primer plato, segundo plato y fruta”. “Estamos acostumbrados a que la pasta siempre sea con carne y tomate, pero puede hacerse también con verduras, como calabacín. Y en vez de patatas fritas, se pueden servir, por ejemplo, trocitos de manzana”, explica Carchemilla.


Recomienda además “dedicarle un tiempo” tanto a la preparación como a su degustación. “Si aprendemos a alimentarnos bien y a jugar con la comida, se pueden enriquecer los platos de una forma increíble y conseguir una nutrición muy sana”, comenta. Eso sí, algo de bollería y de chocolate tampoco está mal, eso sí, “solo de vez en cuando”