Las Conferencias de San Vicente de Paúl vuelven a la acción con menos usuarios de los esperados

Las Conferencias de San Vicente de Paúl retoman sus servicios con menos usuarios de los esperados

Las Conferencias de San Vicente de Paúl vuelven a la acción con menos usuarios de los esperados
Las Conferencias de San Vicente de Paúl vuelven a la acción con menos usuarios de los esperados

El ropero y la lavandería del Centro de Emergencia Social Ozanam de las Conferencias de San Vicente de Paúl de Huesca abrió el lunes sus puertas después de un paréntesis que dio comienzo a mediados del pasado mes de junio. La entidad va retomando poco a poco su actividad después del verano –la entrega de alimentos y el servicio de acogida se cerraron del 4 al 17 de agosto– y lo está haciendo, en palabras de su presidenta, Carmen Garcés, con una tranquilidad que, dice, les ha sorprendido. “Parece que después de haber estado varios días cerrados íbamos a encontrar la puerta llena de gente, pero no ha sido así”, señala.


Como explica, el colectivo en dificultad social al que se dirigen no está formado por una población fija. “Hay gente, por ejemplo que va a buscar trabajo fuera y que después vuelve”, comenta. Ahora cuentan con un registro de alrededor de 2.000 usuarios. Normalmente se trata de familias sin recursos económicos, además de transeúntes –en este caso son, en su mayoría, hombres–. En general, las solicitudes vienen de personas de todas las edades, tanto de inmigrantes como de personas de Huesca y procedentes de otros puntos de España.


La portavoz de la asociación espera, de este modo, poder seguir prestando ayuda a aquellos que más lo necesitan. Para ello, se han marcado como reto “procurar acoger a todo el que se pueda”. A pesar de que los servicios mencionados se han interrumpido durante el verano, no lo ha hecho la recogida de alimentos y ropa procedente de las donaciones, que ha contado con el respaldo de los oscenses. “En el caso de la ropa se ha ido notando el cambio de temporada, en cuanto a los alimentos, hay gente fija que nos suele hacer la entrega a comienzos de mes y si no, los días posteriores y que no nos ha fallado”, señala Garcés.


Durante los meses de verano la media de atenciones se ha movido entre las 15 y 25 familias al día. La demanda sigue estando, comenta la portavoz de la entidad humanitaria, en la ropa de bebé y de niño, un ‘stock’ que suele quedarse corto, ya que al estar creciendo “enseguida se quedan las tallas pequeñas”. En cuanto a los alimentos, la demanda se centra más en aceite, azúcar o galletas. Garcés agradece así a los oscenses la ayuda recibida y recuerda que el centro, ubicado en la calle de San Lorenzo 56, “tiene las puertas abiertas” para todos aquellos que quieran colaborar. “Aunque en este momento contemos con reservas suficientes, dentro de 15 días las situación puede ser diferente. Por eso todo lo que llegue será bienvenido”, afirma Garcés. También es posible unirse a la treintena de voluntarios que prestan su ayuda en el centro.-