La Policía detiene a un atracador recién salido de prisión y le imputa dos asaltos más de 2009

Pocos días después de salir de la cárcel de Zuera en libertad provisional por el atraco a un estanco de la capital oscense con una pistola simulada en el que logró apenas 200 euros, la Policía Nacional ha vuelto a detener a un violento delincuente de 55 años y vecino de una localidad cercana a Huesca por dar un tirón de bolso a una mujer a la que siguió desde el banco donde acababa de sacar dinero hasta su portal. Esta segunda vez el botín fue incluso menor: pocos más de 100 euros en metálico y unos boletos de lotería.

Además, las investigaciones policiales han permitido imputarle otros dos atracos pendientes de resolver desde mayo de 2009 con un cuchillo de grandes dimensiones en ambos casos y en los que, al igual que en el reciente asalto al estanco, también se disfrazó con un mono azul y con gafas para intentar ocultar su identidad. 

Según informaron ayer fuentes de la Policía Nacional, la última detención se produjo el pasado martes por un presunto robo con violencia e intimidación en un portal de la avenida Pirineos. Sobre las 9.30, una mujer regresaba a su casa después de realizar unas gestiones en su banco y cuando accedió al portal, el delincuente entró detrás de ella "haciéndose el remolón" y justo cuando la víctima abrió el ascensor, la agarró del cuello por detrás y le dijo: "Si gritas, te mataré. Quédate ahí y no te muevas". Y en ese momento aprovechó para quitarle su bolso y huir en dirección a la calle Fraga en un principio aunque enseguida cambió de dirección y se dirigió hacia el barrio de Santiago. 

La víctima y un testigo de los hechos facilitó a la Policía Nacional una completa descripción del presunto atracador: un hombre de unos 50 años, de complexión fuerte, alto, con la tez blanca y el pelo corto y que vestía un jersey rojo, unas gafas de sol oscuras y una gorra con visera. Gracias a esta información, los agentes localizaron al delincuente minutos después con el monedero de la víctima en su poder. Por su parte, la mujer tuvo que ser atendida de lesiones en un centro sanitario. Revisaron dos robos pendientes

Aparte de abrir diligencias por este nuevo robo violento, los investigadores de la Policía Nacional volvieron a revisar dos atracos que estaban sin esclarecer desde hace más de 5 años y que casualmente tenían similares características al que este delincuente perpetró el 28 de julio en un estanco de la avenida de la Paz. Ese día, sobre las 10.30, el hombre, vestido con un mono de trabajo y gafas de sol, entró en el establecimiento y empujó y atemorizó a las dos empleadas diciéndoles repetidamente: "Esto es un atraco, dame todo el dinero". Al final, se llevó unos 200 euros de la caja registradora y aunque en un primer momento logró huir, la Policía Nacional lo localizó en una calle próxima pocos minutos después.

Y es que en los otros dos atracos, que tuvieron lugar los días 13 y 15 de mayo de 2009, el sospechoso también cometió los robos vestido con un mono azul y otros complementos para dificultar su identidad. Además, las descripciones físicas aportadas por las víctimas y los testigos coincidían. 

En el primero, sobre las 11.45 llamó al timbre de un comercio de máquinas de coser de la calle de Santo Grial y se escondió tras un pilar. La dueña abrió y el asaltante le puso el cuchillo de unos 30 centímetros de longitud en el estómago, cerró la puerta y le pidió el dinero. La hija de la mujer, que estaba en la trastienda, salió y también sufrió amenazas. Las dos quedaron acorraladas en un rincón y aunque en la tienda no había caja, el individuo insistió en obtener dinero y le dieron 50 euros de un monedero. Una mujer que pasaba por la calle fue testigo del robo y fue corriendo hacia la Subdelegación del Gobierno, ubicada a pocos metros, para pedir ayuda, y entonces el delincuente se puso nervioso y huyó en dirección al parque Miguel Servet.

Dos días después, el atracador entró a las 12.40 en una panadería de la calle de Fuente del Ángel. La dependienta le preguntó qué quería y entonces él sacó un cuchillo y le dijo: "No te muevas, que te pincho. Dame todo el dinero que tengas y no llames a la Policía". Además, le advirtió de que no mirara a la calle "porque hay dos gitanos esperándome". 

En su día, la Policía citó a las víctimas para intentar realizar un reconocimiento fotográfico del delincuente, pero entonces no surtió efecto ya que el detenido no tenía antecedentes y por tanto aún no tenía ficha policial.