Más de 160 personas refuerzan la plantilla de la red de parques ante el aluvión de turistas

'Guara, Ordesa o el Posets se enfrentan otro verano a la masificación y a las infracciones por aparcar o acampar

En el Parque Natural de Guara hay cinco cuadrillas encargadas de la limpieza y mantenimiento de caminos (en la fotografía, trabajadores en una senda de Nocito) que en los meses estivales también cumplen funciones de vigilancia.
Más de 160 personas refuerzan la plantilla de la red de parques ante el aluvión de turistas
Rafael Gobantes

El departamento de Medio Ambiente mantendrá este año los refuerzos de personal en los espacios protegidos con un  operativo formado por vigilantes, informadores y personal de mantenimiento, ante el aluvión de visitantes que reciben, sobre todo en julio y agosto. A la plantilla fija se suman 168 personas a partir de la primavera, de las cuales medio centenar son contratadas como refuerzos para los dos meses de verano, bien para trabajar en los parques o bien para atender los centros de interpretación. 


Los mayores refuerzos estivales  se producen en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, con 10 personas (se incrementa la plantilla hasta 63 trabajadores), y en el Parque Natural Posets-Maladeta, con 11 (hasta 22). En Guara (el otro más visitado), a través de la empresa pública Sarga se han contratado cinco cuadrillas con una media de cuatro personas, encargadas sobre todo de limpiar  la red oficial de senderos ofertados por el Parque, para en verano pasar a encargarse de tareas de vigilancia e información en las zonas de mayor afluencia de público.


Por Ordesa pasan cada año unas 600.000 personas y, según Pablo Munilla, director general del Medio Natural, «seguramente es la principal empresa de la comarca de Sobrarbe en número de trabajadores». No hay datos oficiales en los otros, pero los visitantes se cuentan por miles en julio y agosto. En la lista de espacios protegidos figuran también el Parque Natural de los Valles Occidentales, el del Moncayo o el Paisaje Protegido de San Juan de la Peña.

Precisamente la masificación es el principal caballo de batalla. Para evitarla, tanto Ordesa como Posest controlan las visitas limitando el acceso rodado. Este año ya se han puesto en marcha los servicios de transporte público. En el primer caso, desde Torla a la Pradera de Ordesa; en el segundo, un autobús va desde el aparcamiento del Vado hasta La Besurta y otro desde el Plan de Senarta a Vallibierna, gestionados por el Ayuntamiento de Benasque.Los puntos negros

Pero las mayores aglomeraciones se dan en algunos puntos negros del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara. Por barrancos como el Formiga llegan a pasar a diario 500 o 600 personas, y la masificación llega a su máximo exponente en la presa de Bierge, una de las zonas de baño más populares de la provincia, con tumbonas, toallas y fiambreras, donde algún festivo de agosto se han contabilizado 1.300 personas. En los últimos años se ha añadido la preocupación por los escaladores, con la apertura de nuevas vías en áreas prohibidas y todo lo que lleva aparejado: furgonetas aparcadas en zonas restringidas y acampadas ilegales. 


El director general de Medio Natural, Pablo Munilla, apunta como problemas más habituales la acampada y los aparcamientos incontrolados o el peligro de incendios. Pero no son los únicos. Aunque parezca menor, los perros sueltos dan muchos quebraderos de cabeza. «En Francia está superprohibido, aquí también, pero parece que la gente no lo entiende. Es importante porque puede generar problemas con la ganadería extensiva», añade. Lo mismo que la limpieza, «por la imagen que damos al exterior». Una imagen avalada por la Q de Calidad Turística en el Parque Natural de Guara, el Posets-Maladeta y el Paisaje Protegido de San Juan de la Peña, que se quiere extender al Parque Nacional de Ordesa y al Parque de Los Valles Occidentales.