Desaparece un vecino de Panticosa de 71 años que salió a pasear porque no podía conciliar el sueño

Alrededor de un centenar de personas entre agentes de la Guardia Civil, miembros de equipos de emergencia y voluntarios rastrearon ayer las inmediaciones del pueblo sin éxito

Casi un centenar de vecinos de Panticosa, además de la Guardia Civil, buscan a un hombre de 71 años y vecino de la localidad que desapareció a primera hora de ayer. Al cierre de esta edición y a pesar del intenso rastreo realizado en las inmediaciones de la población, seguía sin haber ningún indicio del paradero de José Arruego. Está previsto que las labores de búsqueda se reanuden a primera hora de la mañana de hoy, a partir de las 7.30.


La voz de alarma la dio la propia familia al mediodía, tras comprobar que no regresaba a casa. Según explicaron fuentes cercanas a la investigación, el hombre no podía conciliar el sueño y, sobre las seis de la madrugada, le dijo a su mujer que se iba a levantar e ir a dar una vuelta. Pero ya no regresó. No saben a qué hora salió de la vivienda familiar ni tampoco, como no lo vieron marchar, la ropa que vestía. José Arruego tiene 71 años, es un hombre de complexión normal, pelo moreno, mide alrededor de 1,70 y lleva gafas.


Los vecinos de la población, tras conocer la noticia, enseguida organizaron batidas para dar con el paradero de este vecino de Panticosa. Diversas fuentes explicaron que alrededor de 85 habitantes del pueblo salieron en su búsqueda. También se alertó a los servicios de emergencia. Acudieron, además de los voluntarios, personal de la brigada municipal, los bomberos del Alto Gállego con un guía de perros, personal sanitario con un ambulancia, cinco agentes de la Guardia Civil de montaña de Panticosa, cuatro más del equipo de Jaca y nueve guardias de diferentes puestos de la demarcación, así como el jefe de la compañía de Jaca. También el helicóptero de la Benemérita realizó varias inspecciones desde el aire y los especialistas en actividades subacuáticas (Geas) de Huesca acudieron con lanchas a la zona con la intención de rastrear el río e incluso el pantano.


A pesar de que el hombre tenía la costumbre de realizar todos los días la misma ruta, el intenso rastreo abarcó todo tipo de sendas, rutas y ríos. "Se ha mirado todo, los puentes, las presas, el pantano (el río desemboca en Bubal), pero nada de nada", aseguraron desde la localidad. "Los voluntarios han peinado todas las zonas cercanas, las márgenes y caminos como el del Pueyo de Jaca", relataron. "Se ha mirado en todos los rincones –añadieron-, incluida la ruta a Sallent de Gállego", a pesar de que este vecino de Panticosa no acostumbraba a andar por el monte. Incluso se revisó en tres ocasiones (la última se realizó ya con los últimos rayos de sol) el camino que solía realizar cada día, el que separa la población de Panticosa de la urbanización de Argualás, una ruta por la que deambulaba al parecer a diario, desde su casa hasta esta zona de nuevas viviendas situada a las afueras de la población.


Pero a pesar del amplio operativo desplegado en la zona, no encontraron ningún indicio del paradero de este vecino de Panticosa. A pesar del ocaso, un grupo de voluntarios continuaba al cierre de esta edición en las tareas. Está previsto que a primera hora de la mañana se sumen más medios y voluntarios.