Los transportistas se quejan del prolongado cierre de Somport, aún sin fecha de apertura

Aseguran que el aumento de kilómetros
ha incrementado notablemente sus gastos.

Puerto de Somport
Cerrados de nuevo los tres pasos fronterizos de Somport, Portalet y Bielsa
LAURA ZAMBORAIN

La preocupación entre las asociaciones y empresas de transportes de la provincia de Huesca aumenta por el cierre a vehículos pesados de más de 3,5 toneladas de la carretera francesa RN 134, en el tramo denominado Lacondre, entre Urdós (Francia) y el túnel de Somport. Esta carretera lleva cortada por obras desde el 8 de abril y la mayor inquietud en el sector surge por no saber cuándo se reabrirá al tráfico ya que, de momento, solo se puede hablar de fechas estimadas, el mes de julio. No obstante no existe un compromiso fijo por parte de los franceses, ya que no conocen con exactitud el alcance de las filtraciones de agua. Mientras tanto, el aumento del gasto debido al considerable incremento de kilómetros (deben desviarse por Irún o la Junquera para viajar a Francia) crea malestar en el sector y algunas pequeñas empresas o autónomos aseguran que no pueden asumirlo.


La subdelegada de Gobierno en Huesca, María Teresa Lacruz, mantuvo ayer una reunión con el presidente de la CREA, de CEOS Huesca y de la Asociación de Transporte de Mercancías, Fernando Callizo; el presidente de la Federación Empresarial de Transportes de la provincia de Huesca, Wenceslao Jara; de la Cooperativa de Transportistas de Sabiñánigo, Felipe Benedé; el Secretario General de la Federación Empresarial de la provincia de Huesca, Fernando Oliván; y la representante de la empresa Transportes Aínsa, Elena Aínsa, para trasladarles la información que el subprefecto de Olorón Sainte Marie, Samuel Bouju, ofreció la semana pasada sobre los trabajos que realiza la dirección interdepartamental en esta vía. Sin embargo, nada se dijo de la apertura. «Nos han transmitido que no nos pueden dar fechas concretas porque no saben con exactitud el alcance de la obra», explicó Wenceslao Jara. Las obras se van a realizar en dos fases, en una primera el muro, para lo que se dará, como actualmente, paso alternativo a los turismos, y en una segunda, la calzada, para lo que habrá que cortar totalmente la carretera a todo tipo de vehículos.


La finalización de las obras dependerá de la situación en la que se encuentren las capas inferiores de la carretera, de ahí que no se haya concretado nada todavía. Jara reconoció que esta situación afecta «muy directamente» a los usuarios de esta vía, porque hay muchas empresas de la provincia de Huesca que tienen mercado con Francia, por la proximidad geográfica. Pero actualmente, debido a este corte, los transportistas se ven obligados a ir por Irún, Perpiñán o La Junquera, cuadriplicando los kilómetros que realizaban hasta ahora e incrementando el gasto económico. Estas son las únicas alternativas que tienen los conductores de vehículos pesados, ya que el paso por Portalet es inviable, debido a que se trata de una carretera estrecha que no puede asumir el actual flujo de camiones que contempla el túnel de Somport, de unos 300 diarios, de los cuales el 80 por ciento son de la provincia de Huesca. Esta vuelta obligada por otros pasos fronterizos es «perjudicial para todos», ya que repercute en la economía de la propia empresa y, si esto sigue así, en la del cliente. «Ya hay compromisos con empresas francesas a las que se les dio un precio, que ahora no se puede modificar, por lo que este gasto lo deben asumir las firmas de transportes», aseguró Jara.


Este cierre de la carretera francesa «no beneficia a nadie», insistió, ya que tampoco pueden cruzar la frontera por Somport los autobuses, lo que perjudicará al turismo del valle del Aragón y la comarca de la Jacetania. «Los franceses se han comprometido a acelerar los trabajos y acortar los tiempos lo máximo posible y confiamos en que sea así por el bien de todos», subrayó Wenceslao Jara. Cabe recordar, que por el momento, la empresa más perjudicada es Silos de Canfranc, que desde el 8 de abril tiene parada su actividad, de la que dependen 15 camioneros que transportan a diario el maíz desde Francia y 5 trabajadores de los propios Silos. Como consecuencia, tampoco hay ferrocarril de mercancías.