Huesca

Casa Polo renueva el color de su fachada

El inmueble, de estilo racionalista, data de 1933 y se edificó con el primer premio Gordo que tocó en la capital oscense.

La Casa Polo ha renovado su fachada
Casa Polo renueva el color de su fachada
J. SANCHEZ

La conocida como Casa Polo, en la plaza del Justicia, ha cambiado de color. Los pintores han trabajado estos días en la fachada, de este edificio de estilo racionalista, propio de la corriente alemana Bauhaus, que luce ahora un intenso tono verde oscuro. El inmueble, si bien se encuentra fuera de los circuitos turísticos al uso, es uno de los más queridos de la capital altoaragonesa. Esta remodelación coincide, curiosamente, con el regreso del Gordo de la Lotería de Navidad, que tocaba por tercera vez en Huesca el pasado sábado. Y es que, como se recordará, la casa fue construía en 1933, un año después de que el premio tocara por primera vez en la historia, en la capital oscense. Entre los agraciados se encontraba así la familia de los actuales propietarios de la finca, cuyo apellido le da todavía nombre. También en 1933 quedaba clausurado el centro académico alemán que tanto influenció esta corriente arquitectónica.


“Se trata de uno de los edificios más emblemáticos de nuestro barrio, que choca con el resto de casas de la zona, de corte más antiguo”, comenta Miguel Ángel Marco, presidente de la asociación de vecinos del barrio de Santo Domingo, donde se encuentra este inmueble y también arquitecto. Casa Polo es así muy querida entre los habitantes de esta parte de la ciudad, ya que desde uno de sus balcones se lanza el cohete anunciador de sus fiestas populares. “Suben también los cabezudos y es desde ahí desde donde da comienza la fiesta. La relación con la familia es muy estrecha, ya que nos permiten además utilizar los bajos del edificio para otras actividades, ya que la plaza es uno de los puntos neurálgicos de las celebraciones”, señala Marco.


El edificio es obra de los arquitectos José Luis León Díaz y José Betrán Navarro. Consta de dos plantas y una superficie total construida de 1.146 metros cuadrados. En uno de los locales de la planta baja se encontraba la antigua Tintorería Polo, que se abrió en la antigua casa que se encontraba en lugar de la actual, en 1854 y que todavía conserva el rótulo original. Hoy en día, este local sirve de estudio al Premio Nacional de Diseño, Isidro Ferrer.


En estos mismos bajos también se puede encontrar una peluquería y además, en el local con entrada desde la calle Lanuza, se ha instalado un locutorio. Como recuerda el portavoz vecinal, el edificio fue también víctima de los bombardeos durante la Guerra Civil, que destrozaron la balconada principal, la cual se encontraba, en un principio acristalada. El interior, asegura Marco, es igual de novedoso que su exterior. “Merece la pena verlo, las manivelas de las ventanas, por ejemplo, simulan los mandos de un automóvil”, relata el portavoz de la asociación de vecinos.

Colores vivos

Marco ha mostrado además su agrado ante el color elegido para repintar la fachada. “Con este estilo arquitectónico se utilizaban este tipo de colores vivos, intensos, muy alegres. Seguramente, es similar al original, que se ha idos desgastando con el paso del tiempo”, valora el portavoz de la asociación vecinal. Además de Casa Polo, Huesca cuenta con otro ejemplo de arquitectura racionalista, como la Casa de las Lástimas, en la esquina de la calle de Las Cortes y la costanilla de Ricafort o parte de los chalets de la calle del Parque.-