La primavera se encuentra en pleno apogeo y la actual sequía que vive la provincia de Huesca también influye en el desarrollo de las alergias. De esta forma, si bien en temporadas pasadas, el 90% de alérgicos en zonas de interior como es la provincia, sufrían síntomas al entrar en contacto con las gramíneas, la sequedad del ambiente favorece ahora la acción de las cupresáceas, especie a la que pertenecen árboles como los cipreses. “Son un tipo de plantas a las que les influye poco que llueva o no y en años secos como este son capaces de expulsar bastante polen”, explica José Antonio Compaired, médico oscense especializado en Alergología.

De esta forma, a pesar de que las gramíneas puedan secarse y perder su efecto llegado el mes de julio, en el caso de los alérgicos a las cupresáceas, pueden continuar notando síntomas hasta llegados los meses de septiembre u octubre. Las áreas urbanas en las que más predomina este tipo de vegetación, son, como señala el especialista, las zonas céntricas de Huesca, Barbastro y Monzón. “Sobre todo en la zona centro de la provincia, más que en la zona norte, donde las temperaturas son más bajas”, añade Compaired.

Picor de ojos y estornudos

Entre los síntomas más comunes se encuentra así la rinoconjuntivitis, junto con el picor de ojos y los estornudos y pueden provocar también asma, aunque no en la misma proporción que las gramíneas. “Son posibles dos tipos de tratamientos, por un lado a base de antiestamínicos, antiinflamatorios y broncodilatadores. Y hay también pacientes que precisan ser vacunados con alérgenos”, asegura el facultativo, quien recomienda, ante todo, que se sigan tratamientos preventivos.

Si bien la sequía, puntualiza Compaired, no acentúa los síntomas, si que causa una mayor sequedad en las vías respiratorias, por lo que se prescribe también una mayor limpieza de las fosas nasales a base de sueros fisiológicos. Advierte también sobre las picaduras de mosquitos, pulgas y abejas de los cuales, asegura, también pueden causar diferentes tipos de reacciones”.-