Un andamio imaginado para acercarse a la obra de Bayeu de la Cartuja de las Fuentes

Las imágenes de un dron revelan nuevos datos sobre las pinturas de la bóveda. Un audiovisual y una romería reivindicativa, próximas actividades para difundir el monumento.

Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes
Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes
Heraldo.es

Nuevos medios tecnológicos ayudan a descifrar las claves más ocultas del patrimonio histórico-artístico y, en este caso, un dron, como si fuera un andamio imaginado, ha permitido a los investigadores ver de cerca la obra de Fray Manuel Bayeu en la cúpula del crucero de la iglesia de la Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes, en el término municipal de Sariñena.





Unas imágenes que permiten profundizar en la ejecución del conjunto mural barroco más extenso de Aragón y uno de los más importantes, junto con los de la basílica del Pilar y la Cartuja de Nuestra Señora de Aula Dei.


"Cuando preparaba la tesis doctoral pude ver que había una inscripción en la parte baja de la cúpula pero no daba el ángulo para que fuera legible en su totalidad, y poder llegar a leerla era algo que teníamos pendiente", explica José Ignacio Calvo, experto en la pintura de Fray Manuel Bayeu. Algún tipo de grúa o andamiaje habría podido ser el medio para llegar a las alturas en algún momento, pero esta iglesia es de las pocas cartujas que aún conserva en la nave central el muro que separaba los padres de los hermanos -los dos tipos de monjes que componía la Orden de los Cartujos-, lo que hubiera complicado la entrada de cualquier tipo de maquinaria de gran porte, si se hubiese dado el caso.


A iniciativa de la Plataforma Salvemos la Cartuja de las Fuentes se contactó con el propietario de un dron que ofreció estas inusuales vistas del cenobio que han sido escrutadas por los especialistas. "La inscripción en su totalidad revela datos como la época en la que se pintó y que lo hizo con ayuda de un hermano. Pero lo más curioso es que borró una cúpula anterior y dice que 'lo hizo con gusto'", comenta Calvo, si bien otra cosa sería ver "por qué lo hizo, si por que no le gustó la obra inicial o fue una modificación necesaria por cuestiones iconográficas".


La representación que ha llegado a nuestros días, según la propia inscripción realizada en 15 días en 1769, muestra cuatro grupos de figuras que representan las virtudes cardinales - prudencia, justicia, fortaleza y templanza-, un lenguaje alegórico propio de la época que se extiende también por la bóvedas del claustro de capillas.


El conjunto de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes es apabullante por varias razones. Por su despliegue pictórico, pero también por el ruinoso estado que presentan algunos de sus murales víctima de la atribulada historia del propio monasterio aislado en medio de la estepa monegrina, un emplazamiento idóneo en su momento para una orden guiada por las reglas del silencio y el aislamiento.

Pero pese a la pérdida de gran parte del conjunto mural, "las pinturas de las bóvedas se encuentran en bastante buen estado porque no han recibo humos ni contaminación", explica Calvo, quien destaca como otra de las grandes virtudes del monumento que, salvo en algunas zonas, se conservan las pinturas originales de los paramentos "por lo que se mantiene la armonía estética global y la armonía cromática del gusto rococó imperante en el siglo XVIII", de originales colores verdes claros, rosas, amarillos y ocres.Balneario, almacén de trigo y refugio de guerra

Los muros laterales, sin embargo, delatan el hachazo del desdichado pasado del cenobio y la impronta de la historia. La que fue la primera fundación cartuja de Aragón a comienzos del siglo XVI, sufrió el saqueo de las tropas napoleónicas, fue desamortizado por Mendizábal y sus propietarios en el siglo XVIII lo reconvirtieron en balneario, queriendo aprovechar las propiedades de las aguas de la fuente que mana junto al cenobio. Las capillas, en las que aún se ven los agujeros hechos en los frescos para instalar toalleros, se convirtieron en estancias de baños en una empresa que resultó fallida.


Durante la Guerra Civil fue cuartel de las milicias y después se utilizó como almacén de grano. Miles de sacos ocuparon los espacios de la iglesia, generando un daño irreparable en los frescos laterales de los muros.Audiovisual sobre el monasterio y romerías

El uso del dron para conocer más sobre la construcción del monasterio es otro de los pasos impulsados desde la Plataforma Salvemos la Cartuja  de las Fuentes, que ahora prepara un documental sobre el monumento y la vida que de los cartujos. "Tenemos el gran grueso del documental prácticamente hecho con las grabaciones en el monasterio, ahora estamos preparando las entrevistas con los expertos", explica Joaquín Ruiz Gaspar, miembro de la plataforma, sobre un proyecto a medio plazo que girará sobre la figura de Fray Manuel Bayeu.


En este trabajo de difusión y puesta en valor de este cenobio, recientemente adquirido por la Diputación Provincial de Huesca, durante las próximas semanas la cartuja será punto de reunión para las gentes de la comarca. El 15 mayo serán los vecinos de los pueblos de alrededor quienes acudan a celebrar el día de San Isidro, patrón de los agricultores, y el próximo 7 de junio se celebrará la tercera romería reivindicativa, con presencia de diversos grupos culturales y vecinales de la zona. "Es una jornada de encuentro para la comarca y para la gente de Huesca. Lo que queremos es ponerla en valor, que la gente se acerque y la conozca y que haya un movimiento cultural en torno al monasterio", dice Ruiz.


La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, declarado BIC, puede verse todos los domingos con visita guiada de 9.00 a 14.00.